Un desafío de ingeniería
Los análisis de imágenes de microscopio, espectroscopía, tomografías computerizadas, modelos impresos en 3-D y simulaciones por ordenador de la armadura del escarabajo, revelaron los secretos de su fuerza. Las estructuras estrechamente entrelazadas y que absorben impactos que conectan piezas del exoesqueleto del escarabajo son las que le ayudan a sobrevivir a estas enormes fuerzas aplastantes; es decir, las microestructuras en la armadura del escarabajo, llamadas élitros, hacen que sea casi imposible aplastar. Componen un escudo protector de dureza hercúlea. En los escarabajos voladores, estos élitros protegen las alas y facilitan el vuelo. Pero este escarabajo no vuela, por lo que sus microestructuras ayudan a distribuir la fuerza aplicada de manera más uniforme por todo el cuerpo.