Las emisiones de dióxido de carbono en 2020 cayeron en un récord de 1.900 millones de toneladas como resultado de los estrictos bloqueos a causa de la Covid que detuvieron la mayoría de los viajes aéreos e interrumpieron la vida cotidiana. Desde entonces, las emisiones se han recuperado y la pandemia en curso sigue teniendo un impacto, junto con los efectos secundarios de la guerra en Ucrania, según el estudio.

 

Acortando distancias

Aunque superar el objetivo de 1,5 grados parece inevitable, los investigadores dicen que los países pueden minimizar el tiempo que pasan en un mundo más cálido adoptando compromisos climáticos más ambiciosos y descarbonizando más rápido.

Se espera que las emisiones en China y la UE disminuyan un 0,9 y un 0,8 por ciento respectivamente, pero aumentarán en India y EE. UU. un 6 y un 1,5 por ciento. Todo esto podría resultar en que la concentración de dióxido de carbono atmosférico alcance un promedio de 417,2 partes por millón este año, más del 50 por ciento por encima de los niveles preindustriales.

Además, los cambios en el uso de la tierra, como la deforestación, se prevé que serán responsables de 3.900 millones de toneladas de dióxido de carbono este año.

«Seamos sinceros. Vamos a romper el límite de 1,5 grados en las próximas dos décadas”, dijo el autor y científico del PNNL, Haewon McJeon. “Eso significa que subiremos a 1,6 o 1,7 grados o más, y tendremos que volver a bajarlo a 1,5. Pero lo rápido que podemos derribarlo es clave”.

Necesitamos actuar ya antes de que tengamos consecuencias irreversibles.

“El artículo representa uno de los estudios más completos de las tendencias y las fuentes de las emisiones de gases de efecto invernadero detectadas en las últimas décadas, con un valioso análisis de las tendencias recientes tras la pandemia de la covid-19 y lo que va de 2022. El análisis de los grandes países emisores muestra que el gran incremento en el consumo y generación de emisiones por el carbón se debe a China, ya que los incrementos de emisiones de Estados Unidos y de la Unión Europea se deben fundamentalmente al incremento en el uso del gas. El petróleo sigue siendo la fuente más importante de emisiones y la que domina el crecimiento global en el uso de combustibles fósiles”, explica a Science Media Centre Fernando Valladares, doctor en Biología, investigador del CSIC y profesor asociado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. “El estudio aporta una gran cantidad de detalles para ofrecer un cuadro global de creciente emergencia climática en la que apenas se aprecian los efectos de las medidas y estrategias de los distintos países para limitar las emisiones”, concluye el experto.

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