En las zonas abisales del mar, en el oscuro abismo donde el sol no llega, existe un extraño ecosistema compuesto, principalmente, por animales y microorganismos que se alimentan de todo aquello que precipita de las partes donde hay más luz, y otros animales que se comen a estos primeros. Gran parte de esos animales son ciegos, pero no todos. De hecho, algunos peces utilizan la luz que emiten como forma de comunicación, reclamo, amenaza, o como cebo para atraer a sus presas.

Algunos no emiten luz por sí mismos, sino que contienen unos órganos bajo su piel en los que mantienen colonias de bacterias luminosas en simbiosis. Aunque, muchos otros, como los peces sapo del género Porichthys sí tienen un mecanismo propio de emisión de luz.

Entre estos peces luminosos están los peces víbora, los peces dragón, los peces demonio, y muchos otros animales de no menos aterradores nombres, que hacen honor a su nomenclatura con su aspecto espeluznante. Criaturas que parecen diseñadas por H. R. Giger o extraídas de alguna novela de H. P. Lovecraft, y que podrían poblar las pesadillas de quienes los han visto… si no fuera por su tamaño, la mayoría caben en la palma de una mano.

Criaturas de un aspecto casi alienígena, que pueblan un mundo completamente distinto al que conocemos; un mundo de agua y oscuridad, con una presión que aplastaría a un ser humano; un mundo hostil en el que cualquier criatura puede convertirse en presa de otra más grande. Grandes ojos que distinguen colores, y bocas descomunales, con dientes largos e irregulares, transparentes, y afilados como agujas.

Mirá También: 

Terrores escondidos en las tinieblas, enmascaradas por el deslumbrante brillo de luces danzarinas, hermosas y atractivas, que destacan en la oscuridad.

Medusas con luz propia

Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *