Los restos de la cueva de Erralla se extrajeron del nivel Magdaleniense inferior del yacimiento. Se cree que esta época se situó hace entre 17 000 y 12 000 años, lo que demuestra que los huesos recién descubiertos son algunos de los restos más antiguos de la época.

Los investigadores emplearon la datación por carbono 14 para conocer la antigüedad del hueso. Esta técnica mide la cantidad de isótopos radiactivos de carbono 14 que hay en un objeto determinado. Los isótopos se generan de manera natural en la atmósfera. Las plantas los absorben con la fotosíntesis.

Los animales, al ingerir plantas o animales que las hubieran comido, también absorben los isótopos. Tanto animales como plantas están incorporando isótopos de carbono 14 hasta que mueren. Cuando fallecen, el proceso se frena y la concentración de isótopos baja, reduciéndose de manera exponencial. Llegados a este punto, los científicos restan a la cantidad de carbono 14 inicial que había en una muestra, lo que queda y así obtienen la fecha en la que el animal murió.

En el caso que nos ocupa, además de realizar la datación por radiocarbono del húmero, analizaron sus características genéticas y morfológicas con idea de saber si perteneció a un perro o a un lobo, pues la domesticación de este último supuso un período de transición entre ambos animales.

«Nuestros resultados confirman la identificación de este espécimen como Canis lupus familiaris«, es decir, que el hueso habría pertenecido a un perro, escriben los autores del estudio, que afirman que los datos indican «que el espécimen de Erralla representa uno de los primeros perros domesticados en Europa».

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El linaje mitocondrial del ejemplar apunta a que la especie apareció hace unos 22 000 años, durante un periodo de clima frío que coincidió con el Último Máximo Glacial. Esto plantea interesantes cuestiones sobre cuándo exactamente se asociaron los humanos y los cánidos, al menos en Europa, ya que apuntan a un momento anterior de lo que pensaba.

«Estos resultados plantean la posibilidad de que la domesticación del lobo se produjera antes de lo propuesto hasta ahora, al menos en Europa occidental, donde la interacción de los cazadores-recolectores del Paleolítico con especies silvestres, como el lobo, pudo verse potenciada en zonas de refugio glaciar (como el Franco-Cantábrico) durante este periodo de crisis climática», concluye en un comunicado Conchi de la Rúa, coautora del estudio y jefa del grupo de Biología Evolutiva Humana de la Universidad del País Vasco.

 

Referencia: Hervella, M., San-Juan-Nó, A. et. al. The domestic dog that lived ∼17,000 years ago in the Lower Magdalenian of Erralla site (Basque Country): A radiometric and genetic analysis. 2022. Journal of Archaeological Science: Reports. DOI: https://doi.org/10.1016/j.jasrep.2022.103706

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