La nueva tecnología ya permite a las compañías ofrecer a los empleados la flexibilidad de hacer home office y eso significa que incluso en medio de una crisis global, las empresas pueden continuar productivamente con un impacto limitado de una manera segura y colaborativa.
Para muchos profesionales modernos, trabajar desde casa de vez en cuando es un lujo que nuestras respectivas compañías nos permiten.Pero, ¿qué entorno realmente nos permite ser más productivos: la oficina en casa o la oficina de la oficina?
HOME OFFICE, ¿UNA SOLUCIÓN ANTE EL CORONAVIRUS?
Establece horarios
Al estar en casa, es tentador quedarse más tiempo en la cama o ver una serie en el horario de oficina. Para ser más productivo sin perder el foco, es importante respetar una rutina profesional: levantarse siempre al mismo tiempo, arreglarse como si fuera a la oficina (bañarse, vestirse, desayunar) y llegar al trabajo, aunque eso signifique solo prender la computadora.
Dispón un espacio para trabajar en casa
Trate de encontrar un lugar de trabajo dedicado y cómodo. Elige un espacio en el que tengas todo lo que necesitas en el día a día, invierte en una buena silla, un buen escritorio, recuerda que en ese espacio debes sentirte contento.
Además, tener tus herramientas a la mano es un plus. Levantarse a cada instante para buscar algo –– un lapicero, agua, papeles y anotaciones –– también puede afectar el rendimiento.
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Un espacio con buena iluminación
Un estudio de la Universidad Carnegie Mellon indica que niveles de iluminación más altos y accesorios de simulación de luz diurna pueden mejorar la productividad.
La iluminación inadecuada puede causar fatiga ocular y somnolencia, lo que dificulta la productividad.
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Haz saber que no estás disponible
Para quien o quienes viven contigo puede ser difícil entender que estás, sí, en casa, pero no estás de vacaciones y no estás disponible para resolver problemas, hacer compras o ir a tomar un café.
Es necesario dejar claro cuál es tu horario de trabajo y que tu trabajo desde casa, es igual como si estuvieras trabajando de manera presencial en tu empresa.
Toma respiros
Al hacer home office es muy necesario no estar todo el tiempo pegado a la computadora. Toma pequeños descansos cuando notes que tu cerebro no da para más.
Diez minutos pueden ser suficientes para lograr concentrarte una hora. Para aclarar tu mente, levántate de tu lugar de trabajo; sal a caminar, cocina algo o riega tus plantas, por ejemplo.
Establece el final de día laboral
Al estar en casa, puedes terminar extendiendo tus horas de trabajo (solucionar un mínimo problema, responder a mensajes de correo electrónico) sólo porque ya tienes el computador abierto.
Cuando las personas sienten que les está rindiendo, terminan alargando el día de trabajo, ya que la sensación de productividad es buena.
Varios especialistas aconsejan separar lo que es urgente de lo que no y desconectarse. Tan necesario como la disciplina para empezar el día de trabajo es tener la disciplina para terminarlo, o terminarás trabajando 24 horas, sin darte cuenta.
