Ahora, un equipo de paleontólogos de la Universidad de Flinders, en Adelaida (Australia) ha vuelto a examinar las mandíbulas de Protemnodon nombe y ha llegado a la conclusión de que el marsupial no pertenecería al género Protemnodon sino que sería un animal más primitivo y desconocido. Los molares del rebautizado Nombe nombe son distintos de los de otros canguros conocidos y es que poseen unas crestas curvadas.

Los científicos creen que Nombe pudo haber evolucionado de una antigua forma de canguro que emigró de Australia a Nueva Guinea a finales del Mioceno, hace unos 5-8 millones de años. En esa época, Nueva Guinea y Australia estaban unidas por medio de un puente de tierra y los primeros mamíferos australianos, incluida la megafauna, pudo emigrar a los bosques tropicales de Nueva Guinea. Más tarde, el estrecho de Torres, que hoy separa ambos territorios, se inundó, y la conexión se interrumpió provocando que los animales se separaran de sus parientes australianos y evolucionaran por separado para adaptarse a las condiciones tropicales de Nueva Guinea.

Nombe sería descendiente de uno de estos antiguos linajes de canguros, que pasó a vivir en la selva tropical y que desarrolló una gruesa mandíbula y fuertes músculos para masticar. Así pudo alimentarse de las hojas duras de los árboles y arbustos.

Todavía queda mucho por descubrir sobre este canguro tan especial y es que la información que se tiene es la que se ha extraído a partir de las dos mandíbulas inferiores que se encontraron en los 70.

La megafauna no solo existió en Australia

Es bien conocida la existencia de todo tipo de animales gigantes, llamados megafauna, en Australia. Antes de extinguirse hace unos 40 000 años, estas espectaculares criaturas compartían espacio con animales típicos de la sabana australiana como canguros, koalas y cocodrilos, pero algunos de estos tenían un tamaño mayor del que presentan hoy.

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En esa época, en Australia existieron  wombats gigantes llamados Phascolonus, canguros de cara corta de 2,5 metros de altura y el Diprotodon optatum de 3 toneladas, el considerado el marsupial más grande de la historia. Algunos integrantes de la megafauna australiana como el canguro rojo, el emú y el casuario viven hoy en día.

En Nueva Guinea también existió megafauna, pero está menos estudiada que la australiana. Los fósiles que sí se han analizado en profundidad dan indicios de la existencia en ese momento de animales fascinantes e inusuales cuyas historias evolutivas están entrelazadas con las de Australia.

Tras las excavaciones fósiles esporádicas realizadas en Nueva Guinea por investigadores americanos y australianos en la década de los 60, 70 y 80, en las que se localizaron restos de megafauna extinguida, la última vez que se ha explorado la zona ha sido a principios de los 90. Los investigadores de Flinders tienen como objetivo cambiar esta situación y tienen previsto realizar tres excavaciones en dos yacimientos distintos de Papúa Nueva Guinea en los próximos tres años.

 

Referencia: Kerr, I., Prideaux, G. 2022. A new genus of fossil kangaroo from late Pleistocene New Guinea. Transactions of the Royal Society of South Australia. DOI: https://doi.org/10.1080/03721426.2022.2086518

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