El año pasado, más de dos docenas de demonios de Tasmania fueron devueltos a las tierras salvajes de Australia continental, y ahora, la buena noticia de las primeras crías nacidas en este refugio, asienta las esperanzas para la especie en Australia.

El santuario, situado en Barrington Tops, a unos 200 km al norte de Sídney, está diseñado para proteger a estos animales de zorros y otras especies rivales así como de otros peligros como incendios, coches y enfermedades.

Sobre todo han hecho mucho hincapié en el cuidado de su salud. Los demonios de Tasmania han sido devastados en los últimos años por una forma mortal de cáncer llamada Enfermedad del tumor facial del diablo (DFTD) que ha reducido su número de manera tan dramática que ahora se les considera en peligro de extinción.

 

 

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