La contaminación con efluentes cloacales del río Suquía y, eventualmente también de la laguna Mar Chiquita en la que desemboca, está siendo investigada por la Justicia federal. La causa que se inició en 2018 tiene como eje clave el impacto de los líquidos vertidos, por años y sin tratar, desde la planta de Bajo Grande, en la ciudad de Córdoba.

Ahora se suma al expediente la contaminación que llega de modo previo por el Suquía, desde el valle de Punilla, a partir del severo estado de deterioro ambiental del dique San Roque. También, por falta de tratamiento cloacas en esa cuenca.

Un informe de la Municipalidad de Villa Carlos Paz, incorporado hace unas semanas a la causa, da cuenta de que todos los afluentes del embalse se encuentran contaminados.

Arroyos y ríos que conforman esta cuenca presentan registros de aguas servidas con niveles sanitarios por encima de lo que establecen los estándares internacionales. Nada que no se tenga por sabido o presumido, aunque ahora suma su aparición en el ámbito judicial.

Lo que dice

El reporte de 32 páginas ya es parte de la investigación que lleva adelante el Juzgado Federal 3 de Córdoba por la contaminación ambiental desde la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) I de Bajo Grande a la laguna Mar Chiquita, próximo a ser declarada Parque Nacional.

“Se puede concluir que la mayoría de las cuencas que aportan al embalse del lago San Roque están gravemente afectadas en cuanto a la calidad de agua, principalmente por contaminación con aguas residuales, lo que se ve reflejado en altos valores de concentración de la bacteria Escherichia coli en las muestras analizadas”, describe.

Lago San Roque, en Villa Carlos Paz. Por estos días, otra vez, las algas lo tiñen de verde. (La Voz)
Lago San Roque, en Villa Carlos Paz. Por estos días, otra vez, las algas lo tiñen de verde. (La Voz)

El estudio, al que tuvo acceso La Voz, fue realizado en 2021 y tomó muestras en los principales cursos de agua que llegan al San Roque y en seis balnearios de la ciudad de Villa Carlos Paz. Incluye también un sondeo en lancha por el lago.

La Dirección de Ambiente de Carlos Paz emitió un resumen del monitoreo de la cuenca sobre los cuatro principales afluentes del embalse: los ríos San Antonio y Cosquín y los arroyos Los Chorrillos y Las Mojarras.

En todos los casos se constataron niveles de contaminación elevados en las desembocaduras. “El embalse presenta un caso excepcional en cuanto a resultados bacteriológicos y se observa cómo en las desembocaduras de los ríos está más comprometido en cuanto a su calidad y en el centro disminuye esa carga”, dice el informe.

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A su vez, apunta que el río Cosquín y el arroyo Las Mojarras registran peores niveles de calidad del agua aportada al lago, al menos al momento de la medición, que el San Antonio y Los Chorrillos.

No obstante, el mismo estudio hace aclaraciones sobre algunas inconsistencias de resultados y sugiere repetir los muestreos. En algunos casos las muestras no se pudieron contabilizar por la alta concentración de baterías que tenían.

Lago San Roque. Por estos días, las algas (o cianobacterias) proliferan, como en cada fin de verano, desde hace años. Una muestra de alto deterioro ambiental. (La Voz)
Lago San Roque. Por estos días, las algas (o cianobacterias) proliferan, como en cada fin de verano, desde hace años. Una muestra de alto deterioro ambiental. (La Voz)

La cuenca del Suquía, completa

Infografía: Cuenca del río Suquía y la del San Roque
Infografía: Cuenca del río Suquía y la del San Roque

Impactos admitidos

Sobre la ciudad de Carlos Paz, el informe apunta a la contaminación por los ríos tributarios y a la insuficiencia de la cobertura de la red cloacal, para hacer frente a la demanda de sus 75 mil habitantes calculados, que en temporada alta de turismo suelen duplicarse.

“En Villa Carlos Paz los arroyos que atraviesan la urbe son los grandes concentradores de contaminantes, van acumulando todo lo que no es colectado por el sistema cloacal, con el que solo una parte de la población cuenta”, admite el informe oficial.

Y agrega: “Se podría pensar entonces en dos fuentes principales de contaminación. La primera y más evidente sería la proveniente de vertidos directos sobre el cuerpo de agua; la segunda, no tan evidente, es la que se da por las vertientes y napas”. Pero en ambos casos, el impacto se da por insuficiente tratamiento cloacal.

También apunta: “De todos estos aportes, sumado al hecho de que ha habido períodos en los cuales la planta de tratamiento de líquidos cloacales no ha funcionado correctamente, es que se ve tan deteriorada la calidad del agua”.

La nueva planta de Bajo Grande, inaugurada hace un mes, para tratar los liquidos cloacales de Córdoba capital. La anterior vertió por años gran parte de eses desechos, sin tratar, al río Suquía. (La Voz)
La nueva planta de Bajo Grande, inaugurada hace un mes, para tratar los liquidos cloacales de Córdoba capital. La anterior vertió por años gran parte de eses desechos, sin tratar, al río Suquía. (La Voz)

En los balnearios

El relevamiento tomó muestras, un año atrás, en seis balnearios populares dentro de la jurisdicción de Villa Carlos Paz: cuatro sobre el río San Antonio (Sol y Río, Playas de Oro, El Fantasio y La Hoya) y otros dos sobre Los Chorrillos Curva de Sanzio y Diquecito).

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“Considerando esos resultados se podría decir que en su mayoría están gravemente comprometidos en cuanto a contaminación fecal y se encuentran por encima del límite establecido por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés)”, marca el informe, que a su vez recomienda repetir las muestras para tener resultados más aproximados, según las épocas.

El informe recomienda que los equipos de salud realicen relevamientos para determinar si hubo personas afectadas a partir del contacto con esas aguas. “Eso sería de gran ayuda para saber si la contaminación afecta a la población”, apunta el informe municipal.

La causa judicial

Todos los reportes fueron remitidos al juez federal Miguel Hugo Vaca Narvaja, que investiga la acción penal que tiene al exintendente de Córdoba, Ramón Mestre, y a ocho exfuncionarios de su gestión, imputados por daño ambiental. En los últimos días, todos se presentaron a declarar y negaron los hechos.

La denuncia fue iniciada en 2018 por el exconcejal y actual funcionario de la Municipalidad de Córdoba, Santiago Gómez y se incorporaron otras de vecinos de barrio Chacra La Merced y de la ONG Foro Ambiental Córdoba, principal impulsor desde hace un par de años de esta instancia.

Mientras se definía la competencia de la causa sin que avanzara la investigación específica, hasta resolver si era tema de la Justicia provincial o de la federal, el juez pidió de todos modos informes sobre el estado de todo el recorrido del cauce del río Suquía.

Los resultados indican –como se sabe desde hace tiempo- que el río ya está contaminado desde Punilla y que a la altura de la planta cloacal de la Capital aumenta exponencialmente el impacto.

Alrededor de la mitad de la población de la ciudad de Córdoba (unos 700 mil habitantes) están conectados a las redes cloacales. Durante años, la planta de Bajo Grande, en vez de tratarlos solo concentró los desechos para derivarlos al cauce del río.

Hace un mes, finalmente, se habilitó la nueva planta construida con fondos nacionales y provinciales (pegada a la deficitaria existente), y la expectativa es que deje ya de impactar sobre el deteriorado Suquía.

Mientras, en la Justicia provincial hay otra causa abierta, por similares razones, que lleva más de una década sin resolución.

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Lago San Roque, verde esta semana, otra vez. Una evidencia de su mal estado, por efecto de la ausencia de cloacas en el centro y sur de Punilla. (La Voz
Lago San Roque, verde esta semana, otra vez. Una evidencia de su mal estado, por efecto de la ausencia de cloacas en el centro y sur de Punilla. (La Voz

El San Roque, mal

La situación de deterioro del lago San Roque acumula décadas. Por estos días, y como cada fin de verano, se observa otra vez la proliferación de algas que tiñen de verde al embalse.

Múltiples estudios han coincidido con el diagnóstico: las algas –o cianobacterias– se multiplican a medida que crecen los aportes de nitrógeno y de fósforo que las alimentan. Y esos elementos llegan, sobre todo, por los efluentes cloacales no tratados en una amplia cuenca hídrica regional del centro y sur del valle de Punilla.

Una segunda causa serían las cenizas de los incendios serranos, arrastradas por los ríos.

Incluso, se ha recomendado que la gente no consuma el agua del lago en forma directa y que además no se bañe ni coma sus peces.

Potabilizar, más caro

Del San Roque se extrae el 70% del agua que consume la ciudad de Córdoba: por su alto grado de eutrofización (deterioro), el costo para hacerla potable también aumenta.

Un informe de La Voz estimó que hace un par de años apenas el 21% de la población estable del centro-sur de Punilla estaba conectada a redes cloacales. En Carlos Paz, la mayor ciudad de la cuenca, llega solo al 30%.

Recién en los últimos años, y ante los escasos avances de los municipios, la Provincia lanzó varias licitaciones para obras –ahora en marcha– que dotarán de más sistemas cloacales a esa región. Ese impacto se verá en el lago, en todo caso, dentro de algunos años.

En toda la cuenca del lago San Roque la Provincia invirtió más de 45 millones de dólares. A la cuenca media (río Cosquín) destinó 24,6 millones de dólares, en la cuenca oeste (la zona de Tanti) 8,7 millones y en la sur (zona de Villa Carlos Paz), 11,7 millones.

Además dispuso de un millón de dólares para la primera etapa de la obra de redes en la ciudad de Carlos Paz. La mayoría de las obras se licitaron en 2020 y comenzaron a ejecutarse en 2021.

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