En la escena en la que Galadriel entrega el pan élfico del camino a la Compañía se aprecia otra planta muy importante para el bosque de Lothlorien; aquella que da las hojas con las que se envuelven las lembas. El mallorn es, tal vez, el árbol más representativo de la fortaleza de Caras Galadhon. Su madera es de color plateado, y sus hojas, con el haz de un verde profundo y el envés también plateado, tienen la capacidad de mantenerse frescas mucho tiempo tras ser arrancadas del árbol, así como de preservar lo que se guarde en ellas si se utilizan como envoltorio. Cuando llega el otoño, las hojas se tornan doradas, pero no caen del árbol hasta que no llega la nueva primavera y vuelve a brotar.

A esta forma peculiar de perder la hoja, que no llega a ser perenne, pero no es la forma habitual de pérdida de hoja caducifolia, se denomina marcescencia —de ‘marzo’—, y es una particularidad de algunos árboles como el quejigo (Quercus pyrenaica) o algunas poblaciones de hayas (Fagus sylvatica). Árboles en los que Tolkien se inspiró para crear los mellyrn (plural de mallorn).

La marcescencia tiene varios efectos sobre las especies que la presentan, y en los ecosistemas que forman. La pérdida de la hoja provoca una abertura en la planta que cuesta cerrar, y que mientras está abierta, permite la evaporación del agua; al mantener la hoja seca en la rama durante todo el invierno, el árbol marcescente evapotranspira mucho menos, y ahorra agua. Además, el sabor y la textura de las hojas secas son desagradables para los herbívoros, que las rechazan como alimento, y se preservarán mejor las yemas de las que, llegada la primavera, brotarán las nuevas hojas.

Mirá También: 

Desde el punto de vista ecológico, la pérdida de la hoja de una caducifolia normal durante el otoño, permite que los organismos descomponedores pongan a disposición de las plantas todos los nutrientes durante el invierno. En esta situación, se corre el riesgo de que esos nutrientes se pierdan por arrastre del agua de lluvias o nevadas. Pero en los bosques de árboles marcescentes, cuando las hojas llegan al suelo para que los descomponedores hagan su trabajo, las plantas ya están brotando y floreciendo, listas y preparadas para obtener todos los nutrientes.

Referencias:

El Baidouri, M. et al. 2017. Reconciling the evolutionary origin of bread wheat (Triticum aestivum). New Phytologist, 213(3), 1477-1486. DOI: 10.1111/nph.14113

Escudero, A. et al. 1987. Ecological Significance of the Phenology of Leaf Abscission.

Oikos, 49(1), 11. DOI: 10.2307/3565549

Hammond, W. G. et al. 2005. The lord of the rings: a reader’s companion.

Houghton Mifflin Co.

Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *