El experimento

Para llegar a todas estas conclusiones, los investigadores pusieron en marcha el siguiente experimento. Reprodujeron grabaciones de sonidos de animales y voces humanas desde altavoces ocultos. Para evitar que los animales domésticos reaccionaran a palabras concretas, el discurso humano positivo y negativo era como un galimatías sin frases específicas.

Se registraron las reacciones de los animales teniendo en cuenta determinados aspectos como la posición de las orejas, si hacían algún movimiento o no…

Sobre esta base, los investigadores concluyeron que la forma en que hablamos es importante para los animales.

«Nuestros resultados demuestran que estos animales se ven afectados por las emociones que cargamos en nuestras voces cuando les hablamos o estamos cerca de ellos. Reaccionan con más fuerza -en general, más rápido- cuando se les habla con una voz cargada negativamente, en comparación con cuando se les habla primero con una voz cargada positivamente. En ciertas situaciones, incluso parecen reflejar la emoción a la que están expuestos», dice Elodie Briefer.

¿Existe el “contagio emocional” entre animales y humanos?

Parte del objetivo del estudio era investigar si podía producirse «contagio emocional» en los animales, una especie de espejo de la emoción. En la biología del comportamiento, este tipo de reacción se considera el primer paso en la categoría de empatía.

«Si los futuros proyectos de investigación demuestran claramente que estos animales reflejan las emociones, como sugiere este estudio, será muy interesante en relación con la historia del desarrollo de las emociones y la medida en que los animales tienen una vida emocional y un nivel de conciencia», dice Elodie Briefer.

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El estudio no pudo detectar observaciones claras de «contagio emocional», pero un resultado interesante fue el orden en que se emitieron los sonidos. Las secuencias en las que se reproducía primero el sonido negativo provocaban reacciones más fuertes en todos los casos, excepto en los jabalíes. Esto incluía el habla humana.

Según Elodie Briefer, esto sugiere que la forma en que hablamos con los animales puede tener un impacto en su bienestar. «Significa que nuestras voces tienen un impacto directo en el estado emocional de los animales, lo cual es muy interesante desde el punto de vista del bienestar animal», afirma.

Este conocimiento no sólo plantea cuestiones éticas sobre cómo percibimos a los animales, y viceversa, sino que también puede utilizarse como medio concreto para mejorar su vida cotidiana.

«Cuando los animales reaccionaron fuertemente al escuchar primero un discurso con carga negativa, lo mismo ocurre a la inversa. Es decir, si a los animales se les habla inicialmente con una voz más positiva y amistosa, cuando se encuentren con personas, deberían reaccionar menos. Pueden estar más tranquilos y relajados», explica la científica.

 

Referencia: Maigrot, AL., Hillmann, E. & Briefer, E.F. 2022. Cross-species discrimination of vocal expression of emotional valence by Equidae and Suidae. BMC Biology. DOI: https://doi.org/10.1186/s12915-022-01311-5

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