La gorila que inventó palabras

Al inicio de su entrenamiento, a Koko le enseñaban algunas palabras asociadas con premios; “comer”, “beber”, “más”, de forma similar a como se entrena a un perro. Sin embargo, Patterson pronto se dio cuenta de que la gorila no solo repetía los signos, sino que comenzó a combinarlos.

Según sus cuidadores, Koko era capaz de utilizar aspectos de la gramática construyendo frases complejas. En una entrevista, se afirma que llegó a corregir a su cuidadora cuando tradujo mal algo que Koko estaba respondiendo.

Durante parte de su vida, compartió hogar con Michael, otro gorila que también aprendió la lengua de signos. Los investigadores aseguran que en alguna ocasión observaron cómo mantenían conversaciones espontáneas en lengua de signos entre ellos.

Koko también mostró capacidad metalingüística, al construir palabras ad hoc para definir objetos nuevos; se dice que en una ocasión, Patterson llegó con un anillo en las manos, y la gorila, interesada por el nuevo objeto, se refirió a él como “pulsera de dedo”, una combinación de dos términos que sí conocía para nombrar un objeto cuyo nombre desconocía.

Según Patterson, Koko llegó a expresar muchos otros aspectos que nos son profundamente cercanos, incluyendo sentimientos o abstracción. El hecho de que el primer gatito que adoptó, que no tenía cola, lo llamara All Ball —Todo Bola, en inglés—, les hizo pensar que podría tener capacidad de rimar sonidos. Cuando el gato murió atropellado, Koko mostró una gran tristeza durante bastante tiempo, lo que los investigadores interpretaron como duelo. En alguna ocasión deformó el lenguaje en términos que se interpretaron como humor, expresiones de miedo e incluso juicios morales.

Mirá También: 

Incluso parecía responder a retos personales con la testarudez que se esperaría de un gorila. Durante una salida al campo, uno de sus cuidadores estaba con Koko en el remolque que usaban para transportarla y con un montón de bártulos: mantas, juguetes, libros, y otros objetos habituales. El cuidador mencionó un impermeable amarillo, y le dijo “apuesto a que tus brazos no caben en ese impermeable porque está hecho para personas”. Después de darse la vuelta para colocar algunos enseres, se sorprendió viendo que Koko había recuperado la prenda de entre todos los bártulos, y trataba de meter el brazo por una manga.

En una de sus últimas apariciones, le preguntaron a Koko sobre el cambio climático. Y respondió.

«Soy gorila. Soy flores, animales, soy naturaleza.
Humanos, Koko ama. Tierra, Koko ama.
Pero humanos estúpidos. ¡Estúpidos!
Koko lamenta, Koko llora. El tiempo pasa.
¡Arregla tierra! ¡Ayuda tierra! ¡Rápido! ¡Protege tierra!
Naturaleza te observa. Gracias»

 

Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *