Durante 60 años, los científicos que observaron a la hormiga Formica archboldi, una especie nativa de Florida, han documentado algo extraño. Los nidos de estas hormigas están repletos de cráneos, principalmente de Odontomachus, hormigas de mandíbula trampa.

Éstas son depredadores formidables, mientras las F. Archboldi no lo son. Entonces, ¿qué está pasando?

 

Batalla en la naturaleza

Un nuevo estudio publicado en Insectes Sociaux resuelve el misterio, pero descubre también algo aún más extraño.

De las aproximadamente 15 mil especies de hormigas existentes, pocas son especialistas en cazar. Por ello, encontrar muchas cabezas decapitadas en un nido de hormigas hace a los investigadores sentir curiosidad.

Anteriormente, no se habían documentado interacciones depredador-presa en la naturaleza entre estas dos especies de hormigas. Así que en el estudio plantearon la hipótesis de que la F. archboldi podría ser simplemente un especialista en cazar hormigas.

Lo curioso es que las mandíbula trampa no son blancos fáciles, pues tienen mandíbulas con un tipo resorte que usan tanto a la defensiva como para capturar presas, golpeando más de 41 veces por segundo.

Una vez inmovilizados, las hormigas recolectoras llevan a las presas a sus nidos y los desmembran, pero sin comer las cabezas.

 

hormigas
Hormiga Odontomachus.

Hormigas de Florida

Para entender la macabra decoración de los nidos, el autor del estudio, Adrian Smith, del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte, fue a Florida. Allí, recolectó muestras de las dos tipos de hormigas vecinas, de tres lugares diferentes.

Descubrió que cierto perfil bioquímico de la F. archboldi era muy parecido al de la Odontomachus encontrado en el mismo sitio.

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Las hormigas, como todos los insectos, están cubiertas por una capa de cera llamada hidrocarburo cuticular.

La materia cerosa probablemente evolucionó, primero para evitar que los animales se secaran. Con el tiempo, sin embargo, muchos insectos han llegado a utilizar la capa como un medio de comunicación, para distinguir el estado reproductivo, por ejemplo.

La química del hidrocarburo cuticular varía ampliamente entre especies e incluso a veces dentro de una misma especie. Aunque, entre las hormigas, la variación se considera poco común.

Hormigas
Hormiga Formica archboldi.

 

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La cera es la clave

Investigaciones anteriores sobre las hormigas de mandíbula trampa han demostrado que —tanto en el género como en las especies específicas— el hidrocarburo cuticular puede variar.

Éste se puede usar para distinguir sus nidos y a los forasteros. La hormiga mandíbula trampa de Florida, O. brunneus, la cual frecuentemente se enfrenta a la F. archboldi, tiene altos niveles de variación de hidrocarburos entre su población.

Smith descubrió que la capa de cera de la F. archboldi no sólo era similar a la de la Odontomachus, sino que sus firmas químicas variaban de un lugar a otro, imitando la variación observada dentro de la O. brunneus entre esos mismos sitios.

Así, en todas las poblaciones, las llamadas químicas de la F. archboldi eran más similares a las de su Odontomachus vecino que a otras poblaciones de su propia especie.

Aunque esto no sólo fue resultado de sus similitudes de dieta y locación, pues las hormigas F. archboldi conservaban la composición de su capa, parecida a la de la mandíbula trampa, incluso después de haber vivido en un laboratorio por varios meses.

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Hormigas a  prueba

En una serie de pruebas, Smith emparejó una hormiga de mandíbula trampa y una hormiga Formica pallidefulva.

Los insectos fueron colocados en un «campo de pruebas” de 28 milímetros donde se filmó su posterior «interacción agresiva» a alta velocidad. Sin embargo, las hormigas se separaron inmediatamente después.

En una de cada 10 pruebas, la F. pallidefulva superó con éxito a la hormiga de la mandíbula trampa, que luego no pudo caminar por la arena, aunque no fue completamente inmovilizada.

Sin embargo, las estadísticas fueron un poco diferentes para la F. archboldi. En 10 de 10 pruebas, la hormiga de mandíbula trampa no pudo caminar por la arena y, en siete de esas 10, la mandíbula trampa quedó completamente inmovilizada.

hormigasUna colección de cráneos de Odontomachus. Crédito: Adrian Smith 

 

Pero las hormigas no se desgarran unas a otras. Ambas especies la familia Formica usan un aerosol para inmovilizar presas y también como defensa.

La composición química del aerosol es la misma para ambas especies, por lo que la F. archboldi no trata de usar alguna formulación extra potente. 

En otro experimento, cuando se presentaron con mandíbulas trampa recién congeladas y descongeladas (simulando una hormiga inmovilizada), las F. archboldi llevaron al insecto a sus nidos, decapitándolo y tratándolo como presa.

Este comportamiento explica cómo tantas cabezas de mandíbulas trampa aparecen en sus nidos. Por lo que su muerte apoya la idea de que las coleccionistas de cráneos son especialistas en presas raras.

 

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