«La asociación simbiótica entre los cangrejos ermitaños y las anémonas de mar es un ejemplo de mutualismo», dijo el investigador de la Universidad de Tokio Akihiro Yoshikawa, líder del trabajo. «Se han encontrado al menos 35 especies simbióticas de anémonas marinas pertenecientes a 14 géneros en los quelípedos de los cangrejos ermitaños o en las conchas que habitan».

Según los expertos, esta relación simbiótica es beneficiosa para ambas partes: es posible que el cangrejo ermitaño no tenga que encontrar caparazones nuevos y más grandes , y es posible que la anémona de mar no tenga que cambiar el sustrato.

“Después de unas 43 horas desde el cambio de caparazón del anfitrión y 18 horas desde el desprendimiento del caparazón viejo, la anémona de mar comenzó a montar y cubrir completamente el caparazón nuevo. Se colocó en el caparazón con los tentáculos hacia arriba, para permitir la alimentación de partículas suspendidas de la columna de agua y los detritos de la alimentación del cangrejo ermitaño”, comentan los investigadores.

Los expertos sugieren que el beneficio para el cangrejo ermitaño incluye la seguridad frente a parásitos y depredadores que podrían afectar su crecimiento o acortar su vida.

«Este estudio es quizás la primera observación de la interacción de comportamiento del mutualismo formador de carcinoecio raramente estudiado en las profundidades del mar», concluyen los autores.

Deja un comentario
Mirá También: 

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *