Según los autores, aquellas especies más estudiadas dependerían principalmente del ecosistema tan rico en respiraderos hidrotermales para poder sobrevivir. De esta forma, inciden en el riesgo de que las empresas mineras de aguas profundas acaben eliminando todo el hábitat del que provienen las especies del respiradero al intentar obtener la mayoría de los metales que se forman en ellos. Básicamente, “las especies no tienden a dónde ir”.

A comienzos de este mes la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, un organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se reunió en Jamaica con la finalidad de acortar una ruta para finalizar las regulaciones para mediados del año 2023 (concretamente para el mes de julio), con la intención de permitir que prosiga la minería submarina de níquel, cobalto y otros metales.

Deja un comentario
Mirá También: 

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *