Desarrollo del estudio

Los investigadores colocaron dos grupos de canarios en jaulas separadas, uno frente al otro. Y, después, infectaron (levemente) a uno de los grupos con una bacteria.

Además, tuvieron cuidado y colocaron a las aves no infectadas lo suficientemente lejos de las aves enfermas para evitar que también se contagiaran.

Tal como señala el equipo de científicos, los síntomas de la infección provocaban que las aves parecieran muy enfermas. De hecho, los pájaros desarrollaron conjuntivitis, motivo por el que se mostraban prácticamente letárgicas.

Los investigadores monitorearon lo que sucedía en el transcurso de un mes, realizando muestras de sangre y tomando notas sobre la apariencia de las aves enfermas.