Hablar y escribir sobre endogamia en humanos siempre es un tema complejo, ¡sobre todo teniendo dos hermanas pequeñas! Bromas aparte, el tema de la consanguinidad siempre nos hace venir a la cabeza a antiguos (o no tanto) monarcas, juntándose con primos y primas para tratar de preservar su pureza sanguínea; para acabar padeciendo enfermedades hereditarias debido a la pérdida de variabilidad genética. ¿Quién querría esto para su descendencia?

Sería lógico pensar que un hecho que parece ir tan en contra del triunfo evolutivo de los seres vivos, fuera evitado a toda costa a la hora de escoger pareja (en ecología: kin avoidance). Pues bien, como os podéis imaginar, un metaanálisis (es decir, un estudio que junta muchos estudios) de un grupo de investigadores de la Universidad de Estocolmo, ha probado que el incesto en la naturaleza es más común de lo que parece. Y que, reyes y reinas aparte, los humanos tampoco nos salvamos. 

En una entrevista para la revista The Scientist, Regina Vega-Trejo, coautora del estudio alega que “lo que encontramos es que a los animales no parece importarles la diferencia. Al tomar la decisión entre un individuo no relacionado y otro relacionado, no les importa demasiado. […] Por supuesto, estamos analizando muchos estudios. Creo que lo que es importante es tener en cuenta que, en el 70% de los estudios, no les importó. Por supuesto, algunos evitaron la endogamia, y luego algunos prefirieron la endogamia. Pero cuando haces un estudio como este, en lo que realmente te enfocas es en el promedio, y en el 70% de las investigaciones, no les importó… básicamente solo pensaban en aparearse.”

Mirá También: 
Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *