Por su extensión, México es el decimocuarto país más grande del mundo, así como el quinto de América (después de Canadá, Estados Unidos, Brasil y Argentina). Hablamos de un país bañado por dos océanos (el Pacífico y el Atlántico con el golfo de México y el mar Caribe) y con una longitud de unos 3 200 metros entre sus puntos más lejanos. Al norte, comparte una extensa frontera (3 326 kilómetros lineales) con Estados Unidos, delimitada en su mayoría por el río Bravo, y al sur con Guatemala Y Belice. Debido a esto, es muy difícil hacer una selección de unos pocos paisajes del país, pues el territorio de México abarca una geografía muy extensa y diversa, con climas y condiciones muy variables de unos puntos a otros.

En torno al 85 % del país está ocupado por cadenas montañosas, mesetas, y valles y las sierras Madre Occidental y Oriental discurriendo paralelas a ambas costas. La actividad sísmica y volcánica es muy frecuente en México, y algunas de sus cumbres más elevadas son también volcanes muy activos que registran erupciones periódicas que ponen en alerta a varios núcleos de población. El relieve mexicano también comprende llanuras costeras el este y al noroeste del país, y en la parte más septentrional se ubica la península de Yucatán, que destaca por la ausencia de ríos y montañas importantes, pero por cuyo subsuelo discurre toda una red de aguas subterráneas que forma diversas cavidades y pozas submarinas: los famosos cenotes.

En México es posible bañarse en playas paradisiacas de aguas cristalinas, bucear entre tortugas en arrecifes de coral, caminar por un desierto de dunas blancas de yeso, escalar volcanes activos, admirar cascadas y cañones de varias decenas de metros de altura, visitar ruinas mayas y de otras civilizaciones precolombinas, pisar nieve en los glaciares o adentrarse en selvas recónditas pobladas por etnias milenarias. Sin embargo, algunos de los lugares más famosos de México también pueden morir de éxito debido al impacto de un turismo masificado y desordenado. Afortunadamente, en algunos de esos lugares ya se están tomando medidas para recuperar el equilibrio ecológico y favorecer un régimen de visitas menos impactante. Por ejemplo, en las islas Marietas, mencionadas en esta galería, solo acuden 117 viajeros al día, y los barcos de turistas no pueden sobrepasar los quince pasajeros.

Mirá También: 
Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *