¿Lilas de Persia, o de Florida?

Aunque en el doblaje en castellano Ellie dice que las plantas son lilas de Persia, en el original en inglés habla de las west Indian lilac. Pero son dos plantas distintas.

Las lilas de Persia es un arbusto de la familia de las Oleáceas, de nombre científico Syringa × persica, una variedad híbrida usada en jardinería. Por otro lado, la planta que en inglés llaman west Indian lilac lleva por nombre científico

Tetrazygia bicolor, una especie natural de Florida, de la familia de las Melastomatáceas, para la cual no tenemos nombre vulgar en castellano, aunque por traducción podemos llamarla “lilas de las Indias occidentales”. Esta especie se corresponde, efectivamente, con las plantas que Ellie Sattler observa.

La toxicidad de esta planta no es real, forma parte de la ficción cinematográfica. De hecho, las aves transportan y dispersan sus semillas mediante su tracto digestivo sin problema. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la familia de las Melastomatáceas comenzó a diversificarse durante el cenzoico, después de la extinción de Triceratops hace 66 millones de años. Por lo tanto, podría haber alguna sustancia en la planta que no sea tóxica para un animal moderno, pero sí lo fuese para nuestra protagonista. Podemos asumir, por tanto, la ficción cinematográfica y aceptar que, para la Triceratops, los frutos de lilas de las Indias occidentales eran tóxicos.

El caso es que la doctora Sattler revisa los excrementos del dinosaurio, y no encuentra restos de frutos ni semillas. La historia avanza, el argumento continúa, el tiempo pasa, la película termina con un final épico, y no se vuelve a saber más de la Triceratops ni de la causa de su intoxicación.

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La escena perdida

Pero volvamos a la película. Mientras el resto de visitantes regresa a los coches, la doctora Sattler decide quedarse con la Triceratops. Sin embargo, si miramos el guion original de la película, en esa escena —la 44— falta una conversación entre Tim, Alan y Ellie, en la que los paleontólogos especulan que, como buen herbívoro, si la Triceratops comiera frutos de lilas, tan abundantes en la zona, debería estar enferma constantemente y no solo una vez cada seis semanas.
Mientras, Tim juguetea con una piedra redonda y suave que se ha encontrado e interrumpe la conversación de los científicos, diciendo que él ha visto esas piedras en el libro ilustrado de Grant.

Entonces la doctora Sattler observa la piedra y lo resuelve. ¡Gastrolitos!
La Triceratops no está constantemente enferma porque no come frutos de forma constante. Las lilas no forman parte de su alimento habitual, sino que las consume accidentalmente cuando traga piedras para la molleja.

Los gastrolitos

Algunos animales que carecen de dientes tienen alimentos duros y difíciles de digerir. Para ayudar en la digestión, ingieren piedras que alojan en el estómago o en la molleja, un órgano muy musculoso de su sistema digestivo. Cuando la comida llega, los músculos bombean con fuerza el contenido, haciendo que las piedras choquen entre sí y contra los alimentos, moliéndolos.

Encontramos gastrolitos en muchos animales modernos como en algunos cetáceos, focas, cocodrilos y, por supuesto, en aves, sobre todo herbívoras. Respecto a los dinosaurios, se han encontrado gastrolitos en una buena cantidad de fósiles de herbívoros.

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