S.R.: ¿Qué otras aplicaciones prácticas tienen los puntos de Lagrange?

A.R.: Además de las del punto L2 que acabo de describir, el punto L1 del sistema Tierra-Sol ofrece una vista ininterrumpida del Sol. Esto es realmente conveniente para observatorios solares y heliosféricos como el satélite SOHO que actualmente está situado en L1.

Un satélite o vehículo espacial en órbita cerca de punto de Lagrange Sol-Tierra L3 en principio no sería muy útil pues este punto está siempre escondido detrás del sol. Se podría tal vez usar para proporcionar predicciones de tormentas solares para misiones tripuladas a Marte y a asteroides cercanos a la tierra. Debido a su estabilidad, los puntos L4 y L5 han sido propuestos en el pasado como posibles candidatos para poner estaciones y colonias espaciales como parte de lo que es conocido como “colonización espacial Lagrangiana”.

El punto de Lagrange L1 en el sistema Tierra-Luna, permite un acceso comparativamente fácil a las órbitas lunares y terrestres con un cambio mínimo en la velocidad. En un futuro, en este punto se podría colocar una estación espacial habitable destinada a ayudar a transportar carga y personal a la Luna y de regreso. El punto L2 en el sistema Tierra-Luna se ha utilizado con el satélite chino ‘Queqiao’, lanzado en 2018 y que observa el lado oculto de la Luna y que se usó para la retransmisión de comunicaciones entre la Tierra y un pequeño vehículo robótico chino que exploraba este lado de la Luna, algo que de otra forma no sería posible.

 

S.R.: Se trata de un telescopio de gran magnitud con tecnología de última generación. Es posible que muchos se pregunten, ¿cuánta energía necesita Webb para funcionar?

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A.R.: El telescopio Webb tiene un panel solar situado en el bus o módulo de control, y debajo del parasol. El panel solar proporciona aproximadamente 2000 vatios de energía eléctrica que son necesarios para la operación del telescopio. Webb también tiene un sistema de propulsión para mantener la órbita y la orientación del observatorio alrededor de L2 con suficiente combustible abordo para al menos 10 años de operaciones científicas.

 

S.R.: Cuéntenos, ¿cómo es actualmente su día a día en este gran hito de la puesta en órbita del instrumento científico más importante para la ciencia espacial de la historia? ¿Cuál es su rutina?

A.R.: Estuve en consola en el centro de operaciones de la misión desde el día del lanzamiento y durante las dos semanas siguientes durante las que hicimos los despliegues durante las denominadas “dos semanas de terror”. No hace falta decir que fueron las dos semanas más increíbles y a la vez estresantes de mi vida. Tras superar exitosamente esta fase, ahora las cosas son un poco más tranquilas. Estoy analizando la telemetría de los despliegues de los que yo era responsable por parte de NASA para compararla con mis predicciones. También he de analizar la telemetría de la separación del telescopio de la fase superior del cohete Ariane 5, que fue un análisis dinámico que también hice para la NASA.

 

S.R.: Sabemos que Webb operará en infrarrojo. ¿Por qué en infrarrojo? ¿qué peculiaridades presenta esta onda a diferencia de otras como la luz visible, por ejemplo?

A.R.: El universo se está expandiendo y, por lo tanto, cuanto más lejos miramos, más rápido se alejan los objetos de nosotros, desplazando la luz hacia el infrarrojo. Esto significa que la luz que se emite como luz ultravioleta o luz visible se desplaza cada vez más hacia longitudes de onda del infrarrojo cercano y medio del espectro electromagnético. Por lo tanto, para estudiar la formación de estrellas y galaxias más jóvenes del universo, tenemos que observar la luz infrarroja y usar un telescopio e instrumentos optimizados para esta luz. Por otra parte, la formación de estrellas y planetas en el universo tienen lugar en el centro de nubes densas y polvorientas, oscurecidas para nuestros ojos en longitudes de onda visibles normales. La luz del infrarrojo cercano, con su longitud de onda más larga, se ve menos obstaculizada por las pequeñas partículas de polvo, lo que permite que la luz del infrarrojo cercano escape de las nubes de polvo. Al observar la luz del infrarrojo cercano emitida, podemos ver el brillo de los procesos que conducen a la formación de estrellas y planetas. Finalmente, los objetos de aproximadamente la temperatura de la Tierra emiten la mayor parte de su radiación en longitudes de onda del infrarrojo medio.

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(Has llegado al final de la primera parte de la entrevista a Alejandro Rivera, ingeniero de la NASA)

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