La técnica del injerto, como se ha mencionado, sigue el mismo principio. En este caso, una rama de un árbol es cortada y su borde es afilado, e introducido en una herida inclinada realizada sobre el tronco o la rama de otro árbol. Tras uno o dos años de cuidados, con el área bien sujeta para favorecer la inosculación, la nueva rama se comportará normalmente, como si fuese una rama que siempre estuvo ahí. Esta técnica no solo se emplea para conseguir plantas de jardinería con sistemas de raíces fuertes, propios de plantas silvestres —como en el caso del rosal—, sino también para conseguir que determinados árboles crezcan eficazmente en lugares inhóspitos, al ser injertados en sistemas de raíces de otros árboles adaptados a ese clima.

Incluso algunos jardineros consiguen disponer de una sola planta que produzca tipos de frutos diferentes en ramas distintas, como un manzano que dé distintas variedades de manzana, o una vid dividida en dos mitades, que dé un tipo de uva distinto en cada mitad.

Inosculación entre especies

Generalmente, estos procesos se dan en dos plantas de la misma especie. Pero en algunos casos se puede conseguir injertar plantas de especies distintas con éxito. Un naranjo que tenga una rama de limón, o un membrillo con una parte de la planta que de manzanas son ejemplos curiosos que, aunque requieren de una mezcla de experiencia y suerte, es posible obtenerlos.

Y también puede darse en el medio silvestre, Generalmente sucede cuando dos árboles crecen muy cerca, uno junto a otro, y llega un momento en que su grosor les hace entrar en contacto, aunque puede haber otras causas. Una inosculación fascinante entre dos troncos de dos especies distintas, sucedido hace mucho tiempo, puede observarse en el Jardín Botánico de Gijón. Allí, se cree, unos fuertes vientos, derribaron parcialmente a uno de los árboles, que quedó apoyado sobre el otro. Aún con vida, ambos continuaron creciendo, uno apoyado sobre el otro, y como si de dos ramas entrelazadas de plátano se tratasen, se terminaron fusionando en un abrazo mutuo inseparable.

Mirá También: 

Referencias:

Lievestro, T. 2020. Living Trees as Structural Elements for Vertical Forest Engineering.

Ludwig, F. et al. 2019. Living bridges using aerial roots of ficus elastica – an interdisciplinary perspective. Scientific Reports, 9(1), 12226. DOI: 10.1038/s41598-019-48652-w

Pérez Morales, C. 1999. Morfología de espermatófitos. Ed. Celarayn.

Vallas, T. et al. 2017. Using nature in architecture: Building a living house with mycelium and trees. Frontiers of Architectural Research, 6(3), 318-328. DOI: 10.1016/j.foar.2017.05.003

 

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