La Agencia Espacial Europea ha puesto fin, definitivamente, a su colaboración con Rusia en futuras misiones lunares. No volverán a cooperar con la agencia espacial Roscosmos de Moscú en las misiones científicas Luna 25, 26 o 27 debido a la guerra en curso en Ucrania.
Este último anuncio se produce casi un mes después de que la ESA también comunicara que suspendería oficialmente la misión Exomars, de enviar un rover a Marte, por la misma razón. Conocida formalmente como ExoMars, la misión para enviar el rover Rosalind Franklin al Planeta Rojo estaba prevista para septiembre de 2022. El rover iría en un cohete ruso y aterrizaría en Marte ocho meses después empleando hardware ruso. Todo el proyecto pende ahora bajo un hilo. (Al menos, habrá que esperar 26 meses, si es que todo se consigue volver a reorientar).
«Tras la agresión rusa contra Ucrania, el director general de la ESA ha iniciado una revisión exhaustiva de todas las actividades realizadas actualmente en cooperación con Rusia y Ucrania», dijo la ESA en un comunicado. «El objetivo es determinar las posibles consecuencias de este nuevo contexto geopolítico para los programas y actividades de la ESA y crear una infraestructura espacial más resistente y robusta para Europa. La agresión rusa contra Ucrania y las sanciones resultantes impuestas representan un cambio fundamental de circunstancias y hacen imposible que la ESA implemente la cooperación lunar planificada».
El comunicado también dice que «la ciencia y la tecnología de la ESA para estas misiones siguen siendo de vital importancia».
Por ello, la ESA está tratando de encontrar nuevos socios sin contar con Rusia, como el acuerdo recientemente firmado con la Agencia Espacial Japonesa, que implicará volar un espectrómetro de masas en la misión del rover lunar ISRO LUPEX de Japón programado para 2024.
