Método 

Y, ¿cómo ha averiguado esto los científicos? Tal como se describe en la web de Frontiers Science News, el equipo de Stepanauskas (autor principal) tomó muestras de agua superficial del mar en dos zonas del planeta: el Atlántico noroccidental, en el Golfo de Maine, en julio de 2009; y en el Mediterráneo frente a Cataluña; en enero y julio de 2016.  

Tras la recogida de muestras, utilizaron herramientas modernas de genómica unicelular para secuenciar el ADN de 1698 protistas. Recolectaron una variedad de protistas: alveolatos, stramenopiles, clorofitos, cercozoos, picozoos y choanozoos. Pues bien; el análisis de los choanozoos y picozoos se asoció con secuencias virales de bacteriófagos y virus. 

Aunque todavía falta por confirmar cuál es el objetivo de la fagocitosis de virus, los autores ya tienen una hipótesis que consideran probable: “Los virus son ricos en fósforo y nitrógeno, y podrían ser un buen complemento para una dieta rica en carbono”. 

Investigaciones futuras podrán determinar si los protistas que consumen virus acumulan secuencias de ADN de sus presas virales dentro de sus propios genomas, o considerar cómo podrían protegerse estos organismos de la infección. 

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