El asesinato del panadero Héctor Corradini (35) el 16 de noviembre de 1998 sigue generando novedades una vez que hoy su viuda Brígida Mercedes Segalá (55) tiene sentencia firme de prisión perpetua, lo mismo que el ejecutor del crimen Héctor Mandrake Quinteros (61).

Quedó establecido en el extenso proceso judicial que “Pirucha” Segalá, autora intelectual del asesinato, mató por codicia, habiendo cobrado dos seguros de vida que había hecho sacar a su marido antes del homicidio.

Por el cobro de uno de esos seguros, una de las hijas de la viuda acaba de ganarle una demanda civil que la obliga a pagarle la parte que proporcionalmente le correspondía y que no le rindió cuando cumplió la mayoría de edad.

Las dos hijas de Segalá -Yanina y Yamila Corradini- la demandaron por haber cobrado ese seguro y no pagarles lo que les correspondía.

La conclusión de esto es tan cruda como tenebrosa: además de mandar a matar a su padre, como quedó probado en la sentencia firme, su madre no les rindió lo que cobró por su muerte.

La novedad es que hace unos días la jueza de 1ª instancia Civil y Comercial de 16ª Nominación de Córdoba, María Eugenia Murillo, falló a favor de Yamila y le ordena a Mercedes Segalá a pagarle 44.666,67 pesos, más los intereses por unos 13 años desde que la joven cumplió la mayoría de edad, en 2009. Además, la viuda con prisión perpetua debe hacerse cargo de las costas del proceso civil.

Hermanas. Yamila (de rayas) y Yanina Corradini demandaron a su madre por el seguro de vida de su padre asesinado. (Pedro Castillo)
Hermanas. Yamila (de rayas) y Yanina Corradini demandaron a su madre por el seguro de vida de su padre asesinado. (Pedro Castillo)

La sentencia 47 de la jueza Murillo tiene que ver con lo hecho por Segalá tras el homicidio, quien el 30 de abril de 1999 -cinco meses y medio después del crimen- cobró 200 mil dólares (o pesos, por la convertibilidad) por el seguro de vida contratado a la compañía Omega Jefferson Pilot.

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Ese cobro lo conocieron tardíamente las hijas de “Pirucha” cuando se desarrolló el primer juicio por el crimen del panadero Corradini, en 2011, cuando la viuda fue absuelta por el crimen. Luego, en el segundo juicio, fue condenada a perpetua el lunes 5 de diciembre de 2016.

Por eso, en 2011 comenzaron las acciones judiciales, a cargo del abogado Carlos Nayi, para cobrar el resarcimiento por la cuota parte del seguro de vida que les correspondía. Yanina tiene pendiente de resolución su reclamo, en otro juzgado civil y comercial.

Se responsabilizó a Segalá de haber cobrado los seguros y de sortear la obligación de informar a un asesor de menores para rendir el monto correspondiente a sus hijas. Además, el matrimonio Segalá – Corradini tuvo un tercer hijo, el mayor Héctor Hugo, quien no formuló reclamo por el seguro de vida de su padre.

Con relación a este fallo, el defensor de Segalá, Miguel Ortiz Pellegrini, le adelantó a La Voz que apelará la resolución por no compartir sus fundamentos.

El crimen y el castigo

Considerado “el ícono del crimen mafioso de Córdoba”, el asesinato del panadero Héctor Corradini se produjo entre la noche del 16 de noviembre y la madrugada del 17 de noviembre de 1998. Luego de que fuera secuestrado de su casa, apareció horas después asesinado en el interior de su propio vehículo, en cercanías de su domicilio. Había sido baleado en la cabeza y estaba y atado de manos.

Tras un prolongado proceso de investigación se llegó a juicio en 2011. La viuda Segalá y los otros acusados -entre ellos dos policías- terminaron absueltos el 8 de julio de 2011 por el crimen y sólo “Mandrake” Quinteros recibió una condena por el secuestro.

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Crimen. Tras ser secuestrado de su casa, Corradini fue asesinado en el interior de su auto. (La Voz/Archivo)
Crimen. Tras ser secuestrado de su casa, Corradini fue asesinado en el interior de su auto. (La Voz/Archivo)

La casación interpuesta por el fiscal Carlos Ferrer y el querellante Nayi dio como resultado que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) anulara la sentencia de la Cámara 9ª del Crimen e hiciera un reenvío para un nuevo juicio. La Cámara 3ª del Crimen hizo el debate y en diciembre de 2016 condenó a perpetua a Segalá y Quinteros.

El 4 de octubre de 2018, el TSJ confirmó la sentencia y la viuda quedó a un paso de ir a la cárcel.

La decisión del Alto Cuerpo fue recurrida por la defensa, hasta que el 5 de noviembre del año pasado la Corte Suprema de Justicia declaró inadmisible el recurso y determinó que la perpetua debía ejecutarse.

El defensor Ortiz Pellegrini, viene insistiendo que, según las leyes anteriores, cuando fue cometido el crimen, a Segalá le corresponden 20 años de prisión, que debería computársele el 2 x 1 cuando estuvo detenida tres años, antes del juicio, y que por esto debería salir en libertad al cumplir próximamente los dos tercios de la condena.

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