No es solo el tradicional parate estacional de enero en Córdoba Capital: la economía comenzó a enfriarse y promete un 2023 recesivo, condicionada por la carrera de los salarios para tratar de ganarle a la inflación, algo por el momento imposible, sobre todo en los empleos informales.

Tras las fiestas de fin de año y con el inicio del período vacacional, la compleja situación está tapada por un velo que, según especialistas, terminará por correrse cuando llegue marzo y se reanude el ciclo habitual de tareas en la sociedad.

Hay un dato que marca ese sendero, la actividad mensual mostró caídas en las últimas tres mediciones del Indec: -0,2% en septiembre, -0,5% en octubre y -0,7% en noviembre.

“Diferentes lecturas de ese dato dejan en evidencia las preocupantes señales que arroja la actividad económica”, indicó el economista Fabio Ventre, subdirector del Instituto de Economía de la Bolsa de Comercio de Córdoba.

Es la primera vez que la economía marca tres meses consecutivos de retracción desde el inicio de la pandemia de 2020, puntualiza el analista. Y, segundo, “estos resultados implican que, en tan solo tres meses, el PBI nacional cayó un 1,5%”, agrega.

Por ello, no es raro recorrer grandes superficies comerciales o el centro de Córdoba y ver negocios despoblados de clientes, en parte por la estacionalidad pero también por el freno en la demanda que solo tuvo un paréntesis Navidad y Año nuevo.

Argentina cerró el año pasado con una recesión “a medias”, puntualiza Ventre. Mientras algunos países se declaran en recesión cuando cumplen dos trimestres consecutivos de caída de la actividad, nuestro país ya había cumplido uno y se esperan los datos del último trimestre de 2022 que podrían dar igual.

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Hay, en ese sentido, un anticipo: el índice general de actividad elaborado por el Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres ya anticipó que la economía se estancó en diciembre.

Ese congelamiento “se habría extendido al verano”. “Siguiendo las mediciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), a mediados de enero la actividad se encontraba estancada frente al cierre de 2022, con una caída frente al promedio de diciembre”.

Se ve en el comercio

Ezequiel Cerezo, presidente de la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom), indicó que según los primeros datos de enero (la semana próxima la entidad publicará su informe) en Córdoba Capital “hay una caída” de ventas, en el interior pesan más el turismo y el agro. “También vemos un gasto muy moderado de parte del turista”, agregó.

Su par de la Cámara de Comercio de Córdoba, José Viale, corroboró ese panorama. “Menos en Capital, algo mejor en el interior”, dijo.

La entidad no solo aglutina al comercio tradicional de alimentos, bebidas e indumentaria, sino que bajo su paraguas también están representadas actividades como la venta de automóviles, materiales de construcción, ferreterías, ópticas, perfumerías, informática y una larga lista.

“De cualquier manera el consumo cayó también en el país, es consecuencia de la disminución del poder adquisitivo de la gente”, indicó. “Los precios han subido enormemente y los salarios no alcanzan”, completó.

Otra vara para medir la situación está en manos del Centro de Almaceneros de Córdoba que puede ver la evolución cotidiana del consumo de alimentos y bebidas. “La caída se observa desde hace un par de meses de manera creciente”, indicó su presidente, Germán Romero.

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La menor actividad se siente en los almacenes de los barrios.
La menor actividad se siente en los almacenes de los barrios.

“Tanto en alimentos y bebidas sin alcohol como en higiene y limpieza, se registra una caída interanual aproximada, medida en volumen, del 5,7 y 6,3 por ciento, respectivamente”, explicó el dirigente.

La recaudación habla

En consecuencia, la recaudación de tributos va por debajo de la evolución inflacionaria. Es un dato que prácticamente se registra en tiempo real lo cual permite anticipar el escenario.

“La dinámica de algunos de los principales impuestos nacionales, como son IVA y el impuesto al cheque, pueden ser leídos como un indicador del nivel de consumo/actividad”, explicó Ariel Barraud, director del IIE de la Bolsa.

Ya en diciembre la recaudación “mostró caídas reales en ambos impuestos”, comentó Barraud. En el caso del IVA, marcó su primera caída en 2022 con -2,9% interanual. En el caso del impuesto a los débitos y créditos bancarios la caída incluso fue cercana al 5%, comparó.

Enero de 2023 ya se puede ver también al comparar los envíos diarios de coparticipación a las provincias cotejados contra igual número de días en enero de 2022. Esa radiografía, añadió el economista, “muestra para los fondos asociados a IVA una caída real del 1,7% frente al mismo mes del año previo”, dijo.

“De confirmarse con los datos de recaudación nacional de enero, sería la segunda caída real consecutiva, dando más signos de la caída en el consumo y la actividad económica”, completó.

Como se ve, el enfriamiento de la economía ya está aquí y plantea un panorama totalmente inverso a los acalorados días del verano.

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