El dolor comunitario

En los insectos que tienen organización social, como las hormigas, es común que los individuos de la colonia se comuniquen entre sí mediante el intercambio de productos químicos llamados  feromonas. Entre los múltiples tipos de feromonas que existen, hay unas particulares que los mirmecólogos —científicos que estudian las hormigas— denominan feromonas de alarma, compuestas por sustancias extraordinariamente volátiles que se dispersan con rapidez, de modo que cuando una hormiga emite una de estas alarmas, todos sus congéneres cercanos la reciben.

Estas feromonas de alarma son emitidas por las hormigas cuando perciben algún peligro, y más particularmente, cuando sufren una agresión, un estímulo que para nosotros sería considerado doloroso. Por supuesto, las hormigas cercanas reciben la feromona de alarma, y responden a ella, emitiendo más feromonas de alarma. Dependiendo del tipo de hormiga que la reciba, reaccionará de un modo distinto, ya sea de manera agresiva, enviando misiones de rescate a la hormiga herida, o acudiendo a proteger a la descendencia del hormiguero. Es una suerte de comunicación del dolor, con un efecto de cohesión social claramente favorecido a nivel evolutivo.

Estas feromonas están produciendo una forma análoga al dolor nervioso que nosotros sentimos, o incluso las moscas; un dolor químico que, a diferencia del nuestro, es comunicado a sus hermanas cercanas e induce en ellas esa reacción de defensa, rescate o protección. Una señal de alerta que su organismo manda a ellas y a quienes las rodean, para indicar que algo no está funcionando bien. Algo que nosotros no comprendemos cómo se debe de sentir, pues no tenemos la capacidad de sentirlo, de la misma manera que ellas, las hormigas, no tienen la capacidad de sentir el dolor transmitido por nociceptores que sentimos nosotros.

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REFERENCIAS:

Adamo, S. A. 2016. Do insects feel pain? A question at the intersection of animal behaviour, philosophy and robotics. Animal Behaviour, 118, 75-79. DOI: 10.1016/j.anbehav.2016.05.005

Frank, E. T., Schmitt, T., et al. 2017. Saving the injured: Rescue behavior in the termite-hunting ant Megaponera analis. Science Advances, 3(4), e1602187. DOI: 10.1126/sciadv.1602187

Khuong, T. M., Wang, Q.-P., et al. 2019. Nerve injury drives a heightened state of vigilance and neuropathic sensitization in Drosophila. Science Advances, 5(7), eaaw4099. DOI: 10.1126/sciadv.aaw4099

Tracey, W. D., Wilson, R. I., et al. 2003. painless, a Drosophila Gene Essential for Nociception. Cell, 113(2), 261-273. DOI: 10.1016/S0092-8674(03)00272-1

Vidal Cordero, J. M. 2021. Las hormigas. CSIC, Catarata. https://elibro.net/es/ereader/elibrodemo/187615

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