Primeros pasos a la gran teoría

El primer paso hacia una nueva visión de la gravedad fue desarrollar formalmente el principio de equivalencia, con el que afirmaba que las leyes de Newton debían ser las mismas tanto si estábamos en un campo gravitatorio como si viajamos a aceleración constante. El siguiente fue mostrar, a partir del principio de equivalencia, que un rayo de luz que saliera de un objeto muy masivo sufriría un corrimiento al rojo. ¿Cómo sucedía esto? No tenía ni idea pues carecía de los conocimientos matemáticos para ello; solo sabía que tenía que existir. Este fue su primer encontronazo con las matemáticas: la relatividad especial no le había exigido técnicas muy complejas, pero aquí se dio cuenta de que necesitaba de un potente aparato matemático del que sabía más bien poco, el cálculo tensorial. Por suerte, tenía amigos que podían ayudarle, como Georg Pick, un matemático 20 años mayor que él y al que al historia le ha hecho poca justicia.

Al poco de llegar a Praga recibió una oferta del Instituto Politécnico de Zurich, su alma mater, para convertirse en profesor allí. No se lo pensó dos veces pues no le gustaba la actitud de las gentes que se encontraba en las calles y cafés. Así que en junio de 1912 cambió Praga por Zurich. Pero antes de marchar llegó a una conclusión revolucionaria: el espacio alrededor de un cuerpo masivo es no-euclídeo, o dicho de otro modo, el espacio no era plano sino que tenía curvatura.

Einstein no sabía casi nada de geometría no-euclídea y esta vez sí se dio cuenta de su importancia. Necesitaba con urgencia a un matemático y en Suiza se encontraba un viejo amigo de sus tiempos de estudiante en Zurich, Marcel Grossmann. Quizá entonces recordó los consejos de Pick y, tras varios meses de infructuosos cálculos, escribió a su amigo: “¡Grossmann, debes ayudarme o me volveré loco!”. Y así fue: trabajaron juntos en el desarrollo de un primer borrador de las ecuaciones de la relatividad general.

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Pero aún quedaba mucho por andar.

Referencias:

Hoffmann, B. (1984) Einstein, Salvat

Kuznetsov, B. (1990) Einstein. Vida, Muerte, Inmortalidad, Progreso

Pais, A. (1984), ‘El Señor es sutil…’: La ciencia y la vida de Albert Einstein, Ariel

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