Habitualmente, el proceso de domesticación aleja al animal de sus hábitos silvestres y lo hace dependiente de la mano humana. Ese es el motivo por el que la mayoría de los animales domésticos que son abandonados en el medio natural no sobreviven mucho tiempo. Concretamente, es el principal motivo por el que, de momento, no hay una invasión de periquitos —a pesar de la enorme cantidad que se escapan todos los años—, mientras que las cotorras argentinas y de Kramer están invadiendo varias ciudades en España.

Por supuesto, hay excepciones a esta norma. Por un lado, las especies exóticas invasoras ya establecidas pueden interactuar con especies domésticas, facilitándoles su supervivencia, su establecimiento, e incluso su invasión; un fenómeno que se empieza a ver, volviendo al último ejemplo, con periquitos que se están asociando con las cotorras invasoras. Y en ocasiones, las liberaciones son tan masivas, o los animales son tan adaptables, que algunos consiguen sobrevivir. Si estos animales domésticos consiguen reproducirse y formar poblaciones, pueden volverse ferales y se pueden convertir en un problema medioambiental como el que hemos observado con perros y con gatos, y es el motivo por el cual las colonias felinas son tan peligrosas para el medioambiente.

Sin embargo, como se ha indicado, en general, los animales domésticos que acaban en el medio natural terminan muriendo sin descendencia. Y esto es lo que sucedió en Australia con todas esas introducciones de conejos durante tantos años.

Hasta que todo cambió.

La invasión por conejos silvestres

La mayor parte de las especies de animales invasores que han sido introducidos como mascotas no son verdaderamente domésticos, sino especies o variedades silvestres capturadas del medio natural para ser empleadas como mascotas.

Mirá También: 

En el proceso de captura, transporte e introducción se produce un fuerte sesgo de carácter selectivo que favorece la presencia de ciertos rasgos en la población introducida; por ejemplo, tener una alta tolerancia a factores de estrés, ser más generalistas en su alimentación, una elevada resiliencia o una mayor capacidad de competencia. Todos estos rasgos favorecen el proceso de la invasión.

Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *