Pakicetus era un animal claramente terrestre, de un tamaño y aspecto semejantes a un lobo, pero con un rasgo particular que solo tienen los cetáceos: tienen en el cráneo, la parte interna del bulbo auditivo muy grueso, denso y muy mineralizado, un rasgo que no comparten con ningún otro mamífero. Pakicetus era, por tanto, un cetáceo terrestre.

Desde el descubrimiento de Pakicetus, otros muchos fósiles han engrosado la lista de formas intermedias entre el mamífero totalmente terrestre y los cetáceos totalmente adaptados a la vida acuática: Rhodocetus, Maiacetus, Ambulocetus…

El cráneo de estos animales parecía relacionar a los cetáceos con un grupo de mamíferos prehistóricos llamados mesoníquios, que se consideraban asociados con los carnívoros. El problema parecía resuelto, hasta que se comenzaron a realizar filogenias basadas en la genética.

La genética, corrigiendo el puzzle

Cuando la genética entró en el campo de juego, dio unos resultados tan extraños, que no parecían encajar con lo que mostraban los fósiles. Los cetáceos parecían localizarse, no solo cerca de los artiodáctilos, sino dentro de ellos; un grupo que incluye a los ciervos, los cerdos o las jirafas. Los hipopótamos y los cetáceos formaban un grupo propio, y que tenían entre ellos más en común de lo que tenían los hipopótamos con los ciervos o con los cerdos.

Ese nuevo esquema, que descartaba a los carnívoros como animales ancestrales del grupo de los cetáceos, no parecía cuadrar con los descubrimientos fósiles. Pero cuando se fueron descubriendo más fósiles de cetáceos primitivos, y especialmente cuando se encontraron los huesos de las patas, se pudo comprobar que había un hueso clave que encajaba con la explicación genética. Se trata del astrágalo, un hueso del tobillo que en los artiodáctilos tiene una forma característica de doble polea. Este hueso también estaba presente, con el mismo aspecto, en las ballenas primitivas.

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El problema quedaba resuelto. Y tal y como sabemos ahora, los cetáceos son artiodáctilos, descienden de un grupo que adquirieron hábitos anfibios, que se escindió del linaje de los hipopótamos, y que ellos son sus parientes evolutivos vivos más cercanos.

Referencias:

Flower, W. H. et al. 1866. Recent Memoirs on the Cetacea. Ray Society. 

Gingerich, P. et al. 1981. Pakicetus inachus, A New Archaeocete (Mammalia, Cetacea) from the Early-Middle Eocene Kuldana Formation of Kohat (Pakistan). Contributions from the Museum of Paleontology, 25.

Spaulding, M. et al. 2009. Relationships of Cetacea (Artiodactyla) Among Mammals: Increased Taxon Sampling Alters Interpretations of Key Fossils and Character Evolution. PLoS ONE, 4(9), e7062. DOI: 10.1371/journal.pone.0007062

Thewissen, J. G. M. et al. 2001. Skeletons of terrestrial cetaceans and the relationship of whales to artiodactyls. Nature, 413(6853), 277-281. DOI: 10.1038/35095005

Ursing, B. M. et al. 1998. Analyses of mitochondrial genomes strongly support a hippopotamus-whale clade. Proceedings of the Royal Society of London. Series B: Biological Sciences, 265(1412), 2251-2255. DOI: 10.1098/rspb.1998.0567

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