El efecto de la radiación en los objetos que rodean a una estrella no solo se ha observado aquí, en nuestro sistema solar. Este por ejemplo se ha observado en las cercanías de la estrella WR140, que es una estrella binaria compuesta por una enorme estrella de tipo Wolf-Rayet y una todavía más grande supergigante azul. Las estrellas de Wolf-Rayet forman un grupo bastante heterogéneo pero en general son estrellas masivas y jóvenes que han perdido su capa de hidrógeno más externa  Son estrellas que están fusionando helio o elementos más pesados en su núcleo, y por tanto se encuentran en las últimas fases de su vida. Este par de estrellas se orbitan mutuamente, tardando apenas 8 años en completar una revolución. En el punto más próximo de su órbita elíptica, emiten grandes cantidades de gas en chorros que se extienden durante miles de unidades astronómicas. Estas emisiones van formando un patrón espiral por la rotación del sistema. 

Lo que tiene de interesante el sistema WR140 es que esas nubes expulsadas en vez de ir frenándose con el tiempo, por consecuencia de la gravedad de las dos gigantescas estrellas centrales, se van acelerando, como observó el telescopio James Webb recientemente. Esta aceleración se debe precisamente al efecto de la luz de ambas estrellas (que es especialmente intensa y energética en su caso) sobre el gas. Pero en nuestro caso no nos interesaría acelerar algo tan pesado como un asteroide ni tan ligero como una nube de gas, sino algo más bien con una masa y densidad en escalas humanas.

Mirá También:  De librería digital a un sitio de arte: emprendimientos culturales en tiempos de pandemia
Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *