Este prístino arrecife de coral de hasta 3 kilómetros de largo, está lo suficientemente profundo como para haber evitado los efectos blanqueadores a causa del calentamiento global. Florece a una profundidad de entre 35 y 70 metros, lo que le habrá servido de escudo frente a la decoloración a causa del aumento de las temperaturas del agua.

Uno de los arrecifes más sanos del planeta

Los corales, descubiertos por un equipo científicos de la UNESCO en la Polinesia Francesa, son un espectáculo visual: hay múltiples corales en forma de rosa que florece cual jardín marino. A pesar de que está bastante hondo, le llega luz más que suficiente para que pueda crecer. Un paso más y nos adentramos en un abismo oscuro.

Es uno de los descubrimientos más grandes a profundidades de más de 30 metros, donde los niveles de luz solar son mucho más bajos. Durante inmersiones de 200 horas, los investigadores pudieron presenciar el desove del coral, identificando algunos que se extienden hasta 2 metros.

El proyecto de expedición 1Ocean, que participó en la exploración, dijo que el estado de conservación del arrecife es «inigualable» en un momento en que el calentamiento global, la contaminación y la pesca excesiva amenazan la supervivencia de los corales.

Encontrar un arrecife de coral como este a tanta profundidad es algo bastante raro pero, tal y como apuntan los expertos, apenas ha sido cartografiado a alta resolución el 20% del lecho marino, por lo que hay muchas partes inexploradas.

“Hasta la fecha, conocemos la superficie de la luna mejor que las profundidades del océano”, explica la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, en un comunicado de prensa.

Precisamente por esto, la agencia de la ONU quiere apoyar una serie de expediciones oceánicas en el transcurso de esta década. Y es posible que encontremos información acerca de cómo ha podido este arrecife permanecer intacto ante el cambio climático y las actividades humanas.

Referencia: UNESCO