Hammerschlag y su equipo descubrieron estos cambios provocados por el clima al analizar nueve años de datos de seguimiento por satélite de tiburones tigre, que habían sido marcados previamente. Se han combinado los datos con un análisis complementario en la región de casi cuarenta años de información convencional de marcado y recuperación proporcionada por el Programa Cooperativo de Marcado de Tiburones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), además de los datos de temperatura del mar mediante satélites. Las capturas para el etiquetado se han producido a principios de año, frente a la plataforma continental de América del Norte (véanse cruces amarillas en la imagen).

“Los tiburones tigre rastreados por satélite en el Atlántico Norte occidental entre 2010 y 2019, revelaron una variabilidad anual significativa en la extensión geográfica y el momento de sus migraciones a las latitudes del norte debido al calentamiento del océano”, puede leerse en Abstract del artículo. Dicho estudio muestra que durante la última década las temperaturas del océano fueron las más cálidas de las que se tiene registro. Por cada grado Celsius de aumento de temperatura del agua sobre el promedio, la migración de tiburones tigre se extiende hacia el polo en más de 400 kilómetros. Estos resultados pueden tener fuertes implicaciones sobre el ecosistema. “Dado su papel como depredador ápice, estos cambios en los movimientos del tiburón tigre puede alterar las interacciones depredador-presa, lo que lleva a desequilibrios ecológicos y encuentros más frecuentes con humanos”, afirma Hammerschlag.

Un depredador del ápice es un depredador que está en lo más alto de la cadena alimentaria, es decir, no tiene depredadores naturales se alimenten de él. Además de los tiburones, son depredadores del ápice los tigres de Siberia (Panthera tigris altaica), lobos de Alaska (Canis lupus pambasileus) o leones de Kenia (Panthera leo massaica), por citar algunos ejemplos. En este caso, la problemática no es solo el desplazamiento hacia el norte de los tiburones tigre sino que “se han producido antes en el año, durante periodos con temperaturas superficiales del mar anormalmente altas”, se afirma en el artículo. Se sostiene además que cuantificar los cambios asociados con el clima y el uso del espacio y los movimientos de los depredadores de niveles tróficos superiores es “particularmente importante dado que presenta un riesgo de extinción relativamente alto y los cambios en sus distribución podría hacerlos más vulnerables a la explotación”. Además, “podría cambiar la probabilidad de encuentros con usuarios de aguas recreativas o alterar la dinámica del ecosistema a través de nuevas cascadas tróficas”. La dieta general del tiburón tigre incluye teleósteos, elasmobranquios, tortugas marinas, aves marinas y mamíferos marinos.

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El estudio, titulado Ocean warming alters the distributional range, migratory timing, and spatial protections of an apex predator, the tiger shark (Galeocerdo cuvier), se publicó el 13 de enero de 2022 en la revista Global Change Biology. Los autores son Neil Hammerschlag, Laura McDonnell, Mitchell Rider, Ben Kirtman de la UM Rosenstiel School; Garrett Street y Melanie Boudreau de la Universidad Estatal de Mississippi; Elliott Hazen, Lisa Natanson, Camilla McCandless de NOAA Fisheries; Austin J. Gallagher de Beneath the Waves y Malin Pinsky de la Universidad de Rutgers.

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