¿Qué es el revolucionario puente da Vinci y por qué lo han recreado en el MIT?

Leonardo da Vinci, el hombre descrito a menudo como el arquetipo del «hombre renacentista«, dejó una huella imborrable en el mundo con sus contribuciones al arte, la ciencia y la ingeniería. Precisamente en este último campo destaca un puente cuya historia se remonta a 1502. Da Vinci decidió enviar una carta al sultán otomano Bayezid II, ofreciéndole sus servicios como ingeniero ya que había llegado a oídos del genio florentino que el sultán buscaba propuestas para un puente que conectara su capital con el antiguo asentamiento genovés de Gálata (actual Karakoy) a través de la vía fluvial del Cuerno de Oro, en la actual Turquía.

Leonardo fue un inventor prolífico

Si bien el puente nunca llegó a construirse durante la época de da Vinci, el diseño sí que tomó forma y sobrevivió en uno de sus valiosos cuadernos (que fue redescubierto en 1952). En el diseño, da Vinci concebía un «puente de mampostería aplanado tan alto como un edificio, e incluso los barcos altos podrán navegar bajo él» que se extendía por más de 366 metros sobre el río. Aunque su diseño no fue finalmente elegido (probablemente por lo audaz del diseño, ya que el sultán escogió un enfoque más convencional), el puente habría sido, en ese momento, el tramo de puente más largo del mundo. Fue una completa locura de diseño para ese momento.

Más de 500 años después, el puente único cobró vida recientemente gracias a un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) que ha recreado el diseño de da Vinci con una impresora 3D. El MIT se propuso recrear una versión a pequeña escala del puente para probar su integridad y resistencia. ¿Habría sido viable un puente tan largo como este? ¿Habría revolucionado la construcción de puentes a partir de aquel momento?

Respuesta corta: sí

El diseño de da Vinci se caracteriza por renunciar a los tablones de madera e incluso a las juntas de mortero: su diseño utiliza sólo tres principios geométricamente atrevidos: el arco prensado, la curva parabólica y el arco trapezoidal.

Aunque da Vinci no especificó los materiales que habría utilizado en su construcción, los expertos analizaron que materiales había disponibles en ese momento, concluyendo que tendría que haber escogido la piedra para soportar una carga tan larga. Los investigadores del MIT trabajaron con un equipo de académicos de ingeniería para dar vida a un fiel modelo a escala de 1 a 500 del puente rechazado de da Vinci, poniendo a prueba la geometría -muchas veces cuestionada- del diseño, al dividir las formas complejas en 126 bloques individuales para luego ensamblarlos sólo con la fuerza de la gravedad. Se imprimieron en 3D un total de 126 bloques; para construirlo a escala, habrían sido necesarias miles de piedras. ¿Funcionaría o colapsaría?

«Llevó mucho tiempo, pero la impresión 3D nos permitió recrear con precisión esta geometría tan compleja», dijo la estudiante graduada del MIT Karly Bast en un comunicado de prensa acerca de la recreación del famoso diseño de da Vinci.

Una vez que todas las piezas impresas en 3D fueron colocadas cada una en su lugar, la estructura fue capaz de sostenerse por sí misma. A escala 1:500, el modelo terminó con alrededor de 81 centímetros. «Cuando lo colocamos, tuvimos que apretarlo», dijo Bast. “Ese fue el momento crítico cuando montamos el puente por primera vez. Tenía muchas dudas. Cuando puse la piedra angular, pensé: ‘Esto va a funcionar’. Y después de eso, quitamos el andamio y se mantuvo en pie. Es el poder de la geometría. Este es un concepto fuerte. Fue bien pensado”.

El puente se mantuvo unido mediante comprensión. En lugar de seguir la tendencia contemporánea de puentes con arcos semicirculares (lo que habría requerido numerosos pilares), da Vinci optó por un único, enorme y aplanado arco, lo suficientemente alto para permitir el paso de los veleros, pero a su vez, manteniendo la rigidez esencial, especialmente contra los movimientos laterales. Es una prueba más de la brillantez de la mente de da Vinci. La exitosa recreación del puente reveló su solidez estructural y confirmó que el diseño de Da Vinci se adelantó siglos a su tiempo.

El diseño del puente de Da Vinci fue revolucionario para su época. Demostró una profunda comprensión de los principios de carga estructural y las propiedades de los materiales, que no se formalizaron en el estudio científico hasta unos siglos más tarde. Su diseño demostró ser viable no sólo como modelo, sino también en la realidad. Tras esta construcción a pequeña escala del MIT, llegó en 2001, un puente peatonal de 109 metros de ancho que se construyó con el mismo diseño de da Vinci, en la ciudad de Ås, Noruega. 

Referencias: