El Premio Nobel es un faro que ilumina las profundidades del alma de la ciencia, allí donde la emoción y la razón convergen en un relato único de triunfo y dedicación. La ceremonia de la Academia sueca es vista como el resultado de una labor incansable y de una genialidad sin igual. Sin embargo, en ocasiones la fortuna desempeña un papel crucial en su concesión.

Y es que en el tapiz de los laureados hay algunas historias que dejan entrever no solo los caprichos del destino, momentos en los que la suerte se impuso a la lógica o al mérito, sino también el sexo de los premiados. Durante décadas esta última variable hizo inclinar la balanza hacia un lado, bien hacia el del éxito o bien hacia el del fracaso.

Y es que entre los nombres inmortalizados con este prestigioso galardón resuenan los ecos de ausencias notables, mujeres cuyos logros trascendieron, pero cuyos méritos no fueron reconocidos. Hemos seleccionado seis mujeres que deberían haber sido merecedoras del Premio Nobel.

1. Rosalind Franklin (1920-1958)

Fue una reputada científica británica que desempeñó un papel fundamental en la compresión de la estructura del ADN, contribuyendo de forma innegable a su descubrimiento. A través de su trabajo, pionero en la cristalografía de los rayos X, Rosalind Franklin consiguió fotografiar imágenes que fueron decisivas para revelar la estructura helicoidal del ácido desoxirribonucleico. A pesar de todo, el Premio Nobel de Medicina de 1962 recayó en James Watson, Francis Crick y Maurice Wilkins por el descubrimiento de la estructura de la “molécula de la vida”.

Mirá También:  Esta es la primera fotografía del telescopio espacial James Webb

2. Lise Meitner (1878-1968)

La contribución de esta física austriaca fue clave para el descubrimiento de la fisión nuclear. Meitner, en colaboración con Otto Hahn, identificó y explicó el proceso por el cual se dividían núcleos atómicos pesados, un hallazgo revolucionario que sentó las bases de la energía nuclear y la bomba atómica. En 1944 el Premio Nobel de Química fue otorgado únicamente a Otto Hahn, lo que fue objeto de críticas y controversias, y es que, para la comunidad científica, la omisión de Meitner fue una terrible injusticia.

3. Chien-Shiung Wu (1912-1997)

Esta física experimental chino-estadounidense fue merecedora del Premio Nobel por su trabajo pionero en la física de partículas. En 1956 realizó su célebre “Experimento Wu” con el que refutó la ley de conservación de la paridad, desafiando las bases de la física de partículas y abriendo nuevas ventanas al conocimiento científico.

A pesar de esta contribución no fue galardonada con el Premio Nobel, a diferencia de sus colegas Chen-Ning Yang y Tsung-Dao.

4. Esther Lederberg (1922-2006)

Lederberg fue una microbióloga destacada que impulsó, junto con su esposo Joshua, la genética bacteriana. Este matrimonio fue el descubridor de la transferencia genética entre bacterias, lo cual fue crucial para el desarrollo posterior de técnicas de laboratorio y la comprensión de la variabilidad genética en los microorganismos.

La Academia sueca galardonó a Joshua Lederberg en 1958 con el Premio Nobel de Fisiología por sus contribuciones en la genética, pero no a su esposa Esther.

5de916c65cafe89bf23c98fb

5. Henrietta Swan Leavitt (1868-1921)

Esta astrónoma estadounidense revolucionó nuestra forma de comprender el universo. A comienzos del siglo pasado, mientras trabajaba en el Observatorio Harvard, realizó descubrimientos esenciales sobre las estrellas variables en la Gran Nube de Magallanes.

Sus investigaciones permitieron establecer una relación entre la luminosidad intrínseca y el periodo de variación de las Cefeidas. Esta relación, que ahora conocemos como ley de Leavitt, se convirtió en una herramienta esencial para medir distancias en el universo y determinar la escala de distancias cósmicas: “en las estrellas cefeidas el logaritmo del periodo es lineal y está directamente relacionado con el logaritmo de la luminosidad intrínseca media”.

Leavitt falleció a los 53 años a consecuencia de un cáncer sin recibir el Premio Nobel a pesar de sus múltiples contribuciones en el campo de la astronomía.

6. Vera Rubin (1928-2016)

Rubin fue una astrónoma estadounidense que realizó observaciones pioneras en la rotación de las galaxias y en la materia oscura. Sus trabajos demostraron que la velocidad de las estrellas en las galaxias no seguía las predicciones basadas solo en la materia visible, lo cual sugería la existencia de una materia oscura invisible. A pesar de tan relevantes hallazgos, que abrieron nuevas áreas en el estudio de la astronomía, falleció sin recibir el Premio Nobel.

Referencias:

  • Flores-Beltrán A, Guadalupe García Torres I, Anand A. Gender Bias in Science: From Coloniality to Intersectionality in Critical Feminist Perspectives and Pedagogies. 2021.
  • Criado Perez C. Invisible Women: Data Bias in a World Designed for Men. 2019.
Deja un comentario

You May Also Like