Toda una vida dedicada a la ciencia

Su producción científica es extensa, con más de 200 artículos científicos publicados hasta la fecha, y más de 37 500 citas según el portal académico de Google. Entre ellos destacan los estudios y metaanálisis acerca de los impactos que las especies invasoras causan sobre otras especies, las comunidades y los ecosistemas. Ha publicado siete libros, incluyendo el titulado Invasiones biológicas, de 2008, editado por el CSIC, y la primera obra de divulgación sobre el tema, sin contar con más de una treintena de capítulos de libros. Además, es presidenta del Grupo Europeo del Estudio sobre Invasiones Biológicas (NEOBIOTA), miembro del Foro Científico sobre la Regulación Europea de Especies Exóticas Invasoras y desde 2017 forma parte del Comité Científico del Ministerio de Transición Ecológica. Con estos impresionantes antecedentes, le pregunté a Montse cómo se vive toda una vida dedicada a la ciencia, y si siempre quiso dedicarse a eso.

Yo creo que he tenido mucha suerte, Vary, porque me lo he pasado bien, y sobre todo porque a lo largo del camino he conocido a gente estupenda y he tenido colaboradores maravillosos. He podido viajar y conocer gente de otras culturas. Siempre me quise dedicar a ello. Siempre he tenido muchísima curiosidad. Cuando era pequeña ya hacía mis propios seguimientos de vegetación. ¡Hasta hice un herbario, cuando era niña! Leía libros de naturaleza… y cuando terminé biología, tuve muy claro que quería hacer una tesis doctoral.

Cuando hice la tesis tuve mis crisis, como todo el mundo. Además, te diré que este año he leído cartas que escribí a amigos en aquella época, que me las han prestado, y he visto que tuve un sin fin de inseguridades. Si hacía poco, si hacía mucho, si podría con todo, si era interesante, si me dirigían bien o mal, en qué centro era mejor hacer la estancia, etc. Inseguridades que eran superiores a las que he visto en mis doctorandos… así que ahora sé que me esconden cosas. Pero de verdad, no son unas cartas que alguien se imaginaría de una investigadora que tenga un premio nacional

Sin embargo, hubo un momento clave, que fue cuando fui a Estados Unidos de estancia, y dije “a mí esta vida me gusta y quiero continuar con esto. Me da igual dónde. Me lo paso bien”. 

Esto me llevó a preguntarle algo más. ¿Quién influyó a aquella niña llamada Montse, para entrar en el mundo científico? ¿Tuvo algún referente? ¿Echó de menos alguna figura femenina cuyos pasos poder seguir?

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Creo que tuve esa figura femenina. A ver, empecemos. La curiosidad por la naturaleza, de mi padre; ese fijarse en los detalles de las cosas que pasan alrededor. El afán por estudiar y ser perseverante de una amiga que tuve cuando iba al colegio, que era mayor que yo. Ella fue muy importante. Durante la carrera tuve muchísima suerte con los compañeros y compañeras de clase. Éramos un grupo como una piña. Hacíamos muchas salidas de campo juntos. Allí tuve un novio que fue crucial, que me despertó aún más el interés por la observación de la naturaleza. Durante la tesis tuve un mentor, un ecólogo que contacté y me abrió los ojos hacia centros de investigación extranjeros. Se llama Jacob Weiner, y es profesor ahora de la Universidad de Copenhague. Y ya, mi modelo a seguir como investigadora fue la profesora que visité durante mi estancia postdoctoral, Carla D’Antonio. Así que sí he tenido mujeres referentes a lo largo de mi carrera. 

Por supuesto, como científica de renombre internacional que ha demostrado ser, hoy ella puede representar un referente para aquellas niñas que sientan interés por la ciencia y la naturaleza y que, de mayores, quieran seguir sus pasos y dedicarse a su estudio y conservación. ¿Qué les dice Montse a esas jóvenes que hoy nos están leyendo?

Que pueden hacerlo, por supuesto, es solo cuestión de tener curiosidad y tenacidad. Para mi hubo tres elementos muy importantes que alimentaron la curiosidad y la constancia de niña. Tener un lugar de referencia, algo así como un “lugar encantado” donde pasear y observar. Adquirir una afición que te apasione, en mi caso fue hacer un herbario, pero para otra persona puede ser coleccionar cualquier otra cosa. Y luego, tener un libro maravilloso de referencia que te haga pensar y no te canses de releer. Para mí fue la conjugación de esas tres cosas: un lugar, una afición y un libro lo que constituyó el caldo de cultivo de una futura científica. 

 

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REFERENCIAS

Clarivate (2021) Highly Cited Researchers. Available at: https://publons.com/awards/highly-cited/2021/ (Accessed: 7 February 2022).

Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (2017) Comité científico. Available at: https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/especies-proteccion-especial/ce-comite.aspx (Accessed: 7 February 2022).

Vilà, M., Valladares, F., et al. (eds) (2008) Invasiones biológicas. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Colección Divulgación, 7).

Vilà, M. (2008) Montserrat Vilà’s home page. Available at: http://www.montsevila.org (Accessed: 7 February 2022).

Vilà, M. and Terradas, J. (1995) ‘Effects of Competition and Disturbance on the Resprouting Performance of the Mediterranean Shrub Erica Multiflora L. (ericaceae)’, American Journal of Botany, 82(10), pp. 1241–1248. doi:10.1002/j.1537-2197.1995.tb12657.x.

 

 

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