Un equipo de biólogos del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal (MPI-AB) de Alemania y de la Universidad Nacional de Indonesia han descubierto un orangután macho de Sumatra (Pongo abelii) que utiliza remedios naturales para tratar una herida que tiene en la cara. El simio, en estado salvaje, aplicó savia y hojas en un corte abierto después de lo que parece ser una pelea con otro macho, según los expertos, que publican sus conclusiones en la revista Scientific Reports. Es la primera vez que se observa este comportamiento en un pariente tan cercano a nosotros.

Observan a un orangután curándose una herida con plantas medicinalesiStock

Aplicando una cura

Hasta ahora, los investigadores han sido testigos de animales que ingieren ciertas plantas para automedicarse, pero no es algo habitual en la naturaleza. Tal y como observaron los biólogos, tres días después de la lesión, el orangután arrancó selectivamente hojas de una liana de nombre común Akar Kuning (Fibraurea tinctoria), las masticó y luego aplicó repetidamente el jugo resultante sobre la herida que presentaba en su cara. Y, por último, cubrió completamente la herida con las hojas que previamente había masticado casi como si fuera una venda. No aplicó las hojas masticadas en ningún otro lugar que no fuera la herida. Todo este proceso duró hasta 7 minutos hasta que cubrió la herida que sanó completamente sin infectarse. La herida empezó a cerrarse en cinco días y sanó por completo en un mes.

«Durante las observaciones diarias de los orangutanes, notamos que un macho llamado Rakus había sufrido una herida facial, probablemente durante una pelea con un macho vecino», explicó la autora principal Isabelle Laumer, primatóloga del MPI-AB.

“El comportamiento de Rakus parecía ser intencional ya que trató selectivamente su herida facial en el reborde derecho, y ninguna otra parte del cuerpo, con el jugo de la planta. El comportamiento también se repitió varias veces, no sólo con el jugo de la planta sino también más tarde con material vegetal más sólido hasta que la herida estuvo completamente cubierta”, continuó Laumer.

Medicina tradicional

La hierba que usó el simio, Akar Kuning, es utilizada por la población local en la medicina tradicional y tiene una larga lista de propiedades medicinales conocidas, incluido el tratamiento antibacteriano y antiinflamatorio. En la medicina tradicional, trata diversas enfermedades, como la malaria.

«Los análisis de compuestos químicos vegetales muestran la presencia de furanoditerpenoides y alcaloides de protoberberina, que se sabe que tienen actividades antibacterianas, antiinflamatorias, antifúngicas, antioxidantes y otras actividades biológicas relevantes para la cicatrización de heridas», dice la experta.

Este informe sobre la aplicación deliberada en el sitio de una herida representa una novedad para cualquier especie distinta de la humana, lo que sugiere que tales comportamientos médicos podrían haberse originado en un ancestro común compartido por humanos y orangutanes. El equipo dice que los hallazgos ofrecen información sobre los orígenes del cuidado de las heridas humanas, cuyo tratamiento se mencionó por primera vez en un manuscrito médico que data del año 2200 a.C.

Fotografía del orangután con la herida© Armas / Suaq Project

¿Cómo sabía el orangután cómo curarse la herida?

“Curiosamente, Rakus también descansó más de lo habitual cuando fue herido. El sueño afecta positivamente a la cicatrización de heridas, ya que durante el sueño aumentan la liberación de la hormona del crecimiento, la síntesis de proteínas y la división celular. Todo el proceso llevó una cantidad considerable de tiempo”, aclara Laumer.

El simio llamado Rakus por los investigadores, formó parte de una expedición de observación junto a otros miembros de su especie en una selva tropical protegida que alberga unos 150 orangutanes en peligro crítico de extinción en el Parque Nacional Gunung Leuser.

El área es el hogar de alrededor de 150 simiosMidjourney/Sarah Romero

Los autores especulan que Rakus pudo haber estado aplicando Akar Kuning simplemente para aliviar el dolor, y que cualquier propiedad antibacteriana fue simplemente un feliz accidente. «Es posible que el tratamiento de heridas con Fibraurea tinctoria por parte de los orangutanes de Suaq surja de una innovación individual», explicó la experta.

No está claro si Rakus descubrió el proceso por sí mismo o lo aprendió de otro orangután, aunque no se ha visto en ningún otro individuo. Sea como fuere, los investigadores comentan que esperan que este descubrimiento ayude a más personas a apreciar cuán similares son los orangutanes a los humanos y a preocuparse más por protegerlos.

Seguimiento de la herida del orangutánLaumer et al.,

Referencias: 

  • I.B. Laumer et al. 2024. Active self-treatment of a facial wound with a biologically active plant by a male Sumatran orangutan. Sci Rep 14, 8932; doi: 10.1038/s41598-024-58988-7
  • Roth, T., Rianti, P., Fredriksson, G., Wich, S., & Nowak, M. (2020). Grouping behavior of Sumatran orangutans (Pongo abelii) and Tapanuli orangutans (Pongo tapanuliensis) living in forest with low fruit abundance. American Journal of Primatology, 82. https://doi.org/10.1002/ajp.23123.Louys, J., Zaim, Y., Rizal, Y., , A., Puspaningrum, M., Trihascaryo, A., Price, G., Petherick, A., Scholtz, E., & Desantis, L. (2020). Sumatran orangutan diets in the Late Pleistocene as inferred from dental microwear texture analysis. Quaternary International. https://doi.org/10.1016/j.quaint.2020.08.040.
  • Sutekad, D., Jannah, M., Fitri, L., & Fauziah, F. (2022). Daily behavioral research on Sumatran Orangutan (Pongo abelii) mothers and offsprings at Suaq Balimbing Research Station, Gunung Leuser National Park, Aceh Province, Indonesia. Biodiversitas Journal of Biological Diversity. https://doi.org/10.13057/biodiv/d231018.
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