En mayo, los observadores del cielo pudimos contemplar la tormenta geomagnética más poderosa que ha presenciado nuestro planeta en más de dos décadas. La enorme mancha solar responsable de las históricas auroras que iluminaron los cielos nocturnos de todo el mundo el mes pasado fue AR 3664. Y pudimos sentir sus efectos también en España. Casi toda España pudo contemplar las famosas auroras boreales que son más habituales en las latitudes árticas. Fue todo un inesperado espectáculo, que podría volver a repetirse. De hecho, el 20 de mayo el Sol emitió una llamarada solar clasificada como X12 detectada por la nave espacial Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea y está previsto que las erupciones solares no cesen y, con ellas, nuevas noches con posible visión de auroras boreales en nuestros cielos.

¿Volveremos a ver auroras boreales en España en junio?Midjourney/Sarah Romero

Vuelven las tormentas solares que las provocan

Nuestra estrella desempeña un papel crucial en el sustento de la vida en la Tierra, pero su actividad también puede conducir a algunos de los fenómenos naturales más impresionantes y, a veces, perturbadores. Esto se debe a que el Sol experimenta ciclos de actividad aproximadamente cada 11 años, conocidos como ciclo solar. Y, durante los períodos de alta actividad solar, la superficie del Sol aparece marcada por manchas solares, que son regiones de intensa actividad magnética y que son las responsables de las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal (CME).

Cuando una CME o una fuerte erupción solar llega a la Tierra, interactúa con el campo magnético de nuestro planeta, provocando una tormenta geomagnética y esta perturbación en la magnetosfera terrestre -que nos protege del viento solar y la dañina radiación cósmica- se perturba temporalmente, provocando varios efectos como las auroras. Las auroras tienen lugar cuando partículas cargadas del Sol chocan con gases en la atmósfera terrestre. Estas colisiones con los gases atmosféricos provocan que emitan luz, que cambia según el elemento con el que choque: si las partículas chocan con oxígeno, se verán auroras de color verdoso y rojo; si chocan con nitrógeno, azuladas y moradas. El juego entre el oxígeno y el nitrógeno y sus cambios proporcionales con la altura causan la apariencia típica de los colores característicos que vemos en las hermosas auroras, según explica la World Meteorological Organization (WMO). Y, a medida que miles de millones de destellos ocurren en secuencia, nos da la impresión de que las auroras se mueven o incluso ‘bailar’ en el cielo nocturno.

El sol tiene un período de rotación promedio de 27 díasMidjourney/Sarah Romero

¿Cuándo?

Según el Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), una eyección de masa coronal (CME) asociada con la llamarada más reciente podría producir auroras más fuertes que el promedio en los días anteriores y posteriores al 6 de junio, aunque es poco probable que sean visibles en latitudes bajas (en Finlandia, Noruega, Islandia, Canadá o Groenlandia, están más que acostumbrados a estos espectáculos astronómicos). Queda por ver si conseguiremos o no algo que se acerque a ese nivel de intensidad en junio, aunque nuestra mejor oportunidad será del 4 al 6 de junio, cuando la mancha solar AR 3697 -ha sido rebautizada con este nombre- se ubicará justo a la derecha del centro del Sol, lo que significa que es probable que cualquier erupción del Sol llegue directa hacia nosotros.

Además, coincidirá con la nueva nueva, lo que asegura cielos más oscuros y, por tanto, más visibles para cualquier espectáculo astronómico. Eso sí, en el caso de poder contemplarlas desde latitudes tan bajas como España, habrá que estar atentos y salir de la contaminación de las ciudades y buscar cielos despejados para no perderse el espectáculo que se repetiría si la actividad geomagnética emula a la que tuvo lugar el pasado mes de mayo.

Auroras recreadas con IAMidjourney/Sarah Romero

La tormenta geomagnética de mayo de 2024 fue tan fuerte debido al impacto posterior de múltiples CME en rápida sucesión. Aunque es bastante improbable que obtengamos algo tan fuerte o tan extendido como lo que presenciamos en mayo, no hay que descartar nada, ya que la mancha solar podría ser capaz de generar bengalas de clase X.

Ya sabemos que, en estos momentos, la actividad solar se encuentra muy cerca de su máximo, por lo que las manchas solares aparecen con mayor frecuencia (y desencadenan erupciones solares más poderosas) en este periodo de máximo solar que se espera para 2025 -con el potencial de producir apagones de radio a corto plazo-, según los datos de la Agencia Espacial Europea.

«No tomen esas decisiones hasta que tengamos los ojos puestos en la mancha solar porque no será hasta que la mancha solar reaparezca y podamos medir lo que está haciendo que podremos decidir si es igualmente complejo o más complejo que la última vez», ha explicado Ryan French, físico solar del Observatorio Solar Nacional (NSO) en Boulder, Colorado y autor de The Sun: Beginner’s Guide To Our Local Star.

La región activa continuará girando alrededor del sol durante las próximas dos semanasMidjourney/Sarah Romero

Referencias: 

  • World Meteorological Organization (WMO)
  • Agencia Espacial Europea (ESA)
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