Los síntomas de la recientemente conocida variante del Ómicron parecen ser bastante distintos a los que el mundo ya conoce. En Sudáfrica, donde se detectó por primera vez la temida cepa, las personas deben estar atentas a cinco signos reveladores según los especialsitas.
Lejos de ser los característicos «fiebre, tos y pérdida del olfato» que presenta el COVID-19 «tradicional», los primeros informes revelan que los síntomas de una infección con la nueva variante son irritación de garganta, tos seca, cansancio extremo, dolores musculares leves y sudores nocturnos.
La doctora Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, fue una de las primeras personas en detectar la cepa y señaló a los funcionarios de salud que estaba viendo un «cuadro clínico que no se ajustaba a Delta» en noviembre. La especialista aseguró recientemente a Sky News que Ómicron se presenta más como una «enfermedad leve», aunque enfatizó que es un «panorama diferente en las internaciones hospitalarias, especialmente en personas no vacunadas».
Todavía no está claro cuántos casos de Ómicron hay en Europa, aunque se estima que las infecciones diarias podrían dispararse en los próximos días: en ese continente ya prevén que los casos aumenten drásticamente antes de Navidad.
«Lo que estamos viendo siguen siendo casos de enfermedad leve, la mitad de los pacientes a los que atendemos a diario están dando positivo en la prueba de COVID-19, de entre los que vienen con síntomas del contagio. Por el momento, es una situación que podemos manejar, desde el punto de vista del cuidado de la salud», dijo Coetzee en una entrevista que brindó a El País.
La presidenta de la Asociación Médica sudafricana afirmó que las tasas de internación aún son bajas ya que los pacientes presentan síntomas leves de la enfermedad. «Según los datos que tenemos, los que acaban en el hospital son personas no vacunadas, aunque también hay unos pocos que estaban vacunados y se han contagiado», detalló.
