Durante las últimas semanas, las reuniones entre el ministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak y su equipo se multiplicaron a raíz del exponencial aumento de casos de COVID-19 en el territorio bonaerense. Las autoridades evalúan dos medidas concretas hasta el momento: una es suspender los eventos masivos y la otra volver a aplicar aforo en restaurantes y otros espacios cerrados.
«Nuestra herramienta para poder plantear a la política algún freno o medida es mostrar cómo está el sistema de salud. Por ahora la ocupación de las camas es baja, pero a estos niveles de contagio el escenario podría complicarse«, sostienen en el Gobierno bonaerense.
Según publicó TN.com.ar, esta semana el ministro Kreplak recibirá un informe reservado en el que se indicará qué cantidad de bonaerenses deberían estar infectados para que el sistema de salud entre en tensión, pero aún los números se mantienen en secreto.
El propio Kreplak admitió esta semana que «hay indicios de que la variante Ómicron ya está en la provincia de Buenos Aires», aunque por el momento el Instituto Malbrán no lo confirmó. Se estima que, en caso de que el nivel de ocupación de camas en UTI aumente considerablemente en las próximas semanas, se frenarán los eventos masivos y se tomarán medidas en otros espacios cerrados. «Vemos mucho restaurante con las ventanas y puertas cerradas y el aire acondicionado, no hay ventilación cruzada», advirtieron en el Gobierno bonaerense. La suspensión de los eventos masivos, en tanto, sería por un lapso de una semana o 10 días mientras que en el caso de los restaurantes se analiza exigir que las mesas estén al aire libre y que en el interior haya un aforo cercano al 30%.
De cara a la temporada de verano, las autoridades bonaerenses preparan 500 puestos de testeos para garantizar una respuesta efectiva ante el aumento de casos y en la Costa también se emplazaron centros de vacunación para inmunizar a todos los turistas que no hayan recibido dosis. Se está realizando una compra millonaria de antígenos (test rápidos) para entregarlos a los municipios y garantizar allí también una cobertura.
La abrupta suba de casos a esta altura del año responde, en parte, al relajamiento de las medidas de cuidado, pero también a la irrupción de la variante Ómicron en la Argentina: Córdoba y San Luis ya confirmaron que tienen circulación comunitaria de esa nueva cepa del coronavirus. En este marco, ocho de cada diez casos que se informaron este viernes correspondieron a las provincias de Córdoba (5583), de Buenos Aires (6199) y a la Ciudad de Buenos Aires (4005). La suba de contagios determinó que seis jurisdicciones pasen a un estado de riesgo sanitario alto (Buenos Aires, CABA, Córdoba, Neuquén, Río Negro y Tucumán); una permanezca en riesgo bajo (Chubut), y el resto, en medio.
