Tras el ascenso conseguido en setiembre pasado en San Nicolás, se viene el rearmado del plantel de Belgrano para la próxima temporada en la Liga Profesional. Mientras el sondeo sobre los jugadores que se les termina el contrato el 31 de diciembre y que están en la nómina de los cuales es intención que se queden, ya se puso en marcha, por otro lado se está en busca que las arcas de la institución se sostengan con buena salud.
En el rubro renovación, las charlas están en la etapa preliminar y aún bastante frías como para entender que se darán precisiones en el corto plazo.
Mientras que en el punto que incluye la acreditación de dinero, el Pirata tiene por cobrar dos ingresos importantes, uno que se estaría dando en los próximos días y el otro que aún no tiene fecha de pago.
El primero es la cuota que le corresponde al Tottenham por el pase de Cristian Romero desde el Atalanta de Italia y que forma parte de los derechos de formación que serán pagados en cuotas anuales por los ingleses. La primera es por una suma cercana a los 160 mil euros.
El segundo es por el fallo del TAS sobre el pase de Lucas Zelarayán desde Tigres a Colombus Crew de la MLS que se dio en 2019 y que no fue cancelado por el club mexicano.
Los aztecas saben que la medida dictada por el tribunal arbitral no tiene instancia de apelación y que deberán abonarle a los cordobeses los 2.4 millones de dólares que le corresponden por el pase del volante, más los intereses punitorios que son de un 5% anual desde 2020.
Para Belgrano es un ingreso importante que debería impactar en las arcas del club antes del inicio del próximo año, porque el conjunto Felino de México, de no pagar, entra en riesgo de recibir una sanción deportiva que le impediría hacer incorporaciones de futbolistas por tres mercados de pases, tener transferencia de jugadores y participar en los torneos internacionales.
En Alberdi entienden que se activará el pago y que para el cierre de 2022 se hará efectivo. Es un monto de dinero importante que servirá para poder llevar adelante la conformación del plantel que jugará la Liga Profesional.
Zelarayán fue vendido por el club de Alberdi a los mexicanos en 5 millones de dólares y en la transferencia el club de Alberdi se quedó con el 30% dela ficha del jugador para una futura venta. Cuando en 2019 el “Chino” fue trasferido desde los amarillos al Colombus de los Estados Unidos en 8 millones de dólares, 2.4 millones eran propiedad del Pirata por el porcentual que tenía, pero los dueños del club de la Primera División de México decidieron no pagar y se inició allí un pleito que pasó por Fifa, quien le dio la razón a los cordobeses y siguió en el TAS, que falló en favor del Celeste.
Tigres aseguró que Zelarayán quedo en libertad de contratación antes de ser transferido a la MLS y que cuando volvió a vincularse con ellos ya lo hizo con la ficha en su poder, con lo cual no debían pagarle a los argentinos.
Para el tribunal deportivo entendió que el vínculo entre Tigres y Zelarayán nunca se interrumpió y el contrato vigente entre los clubes nunca se dio por terminado, de esta manera, los norteamericanos deben abonarle a la “B”, algo que por ahora no sucedió.
Claramente los tiempos de Tigres no son los de Belgrano, pero es concreto que no pueden dejar de lado la resolución y deberán afrontar el compromiso comercial firmado en su momento.
