¿Qué comían nuestros antepasados? Viajamos hasta hace aproximadamente 10.000 años atrás a Escandinavia -en lo que actualmente es Gotemburgo-, donde un grupo de personas dedicadas a la pesca, la caza y la recolección dejaron algo más que sus propias huellas y sus restos: los secretos de su dieta, ofreciendo una visión única de la vida en la Edad de Piedra. 

¿Qué comían los humanos en la Edad de Piedra? (hace 10.000 años)Midjourney/Sarah Romero

Dieta de la Edad de Piedra

Un equipo internacional de científicos liderados por la Universidad de Estocolmo se ha encargado precisamente en investigar sobre los restos incrustados en resina masticada -como un antiguo chicle-, que también nos aporta datos acerca de la salud dental de los humanos de la Edad de Piedra (uno de ellos tenía graves problemas con sus dientes).

Los científicos han descubierto detalles fascinantes de una época en la que los humanos estaban pasando de ser cazadores-recolectores nómadas a sociedades agrícolas sedentarias. Los cazadores-recolectores de la Edad de Piedra llevaban un estilo de vida nómada y se movían constantemente en busca de alimentos y recursos. Cazaban animales salvajes y buscaban plantas, frutas y nueces.

El análisis de esta resina reveló que habían masticado truchas y ciervos, además de avellanas. Y, curiosamente, uno de ellos, adolescente, presentaba un grave caso de periodontitis (infección grave de las encías que puede provocar la pérdida de dientes y huesos), a tenor de las muestras.

«Hay una gran cantidad de secuencias de ADN en la masilla masticada de Huseby-Klev, y en ella encontramos tanto las bacterias que sabemos están relacionadas con la periodontitis como el ADN de plantas y animales que habían masticado antes», explica Emrah Kırdök, del Departamento de Biotecnología de la Universidad de Mersin, quien coordinó el trabajo metagenómico sobre el chicle del Mesolítico.

Chicle del MesolíticoVerner Alexandersen.

Y es que entre las actividades que realizaban los adolescentes, se dedicaban a masticar resina para producir pegamento, tarea complicada por sus hábitos alimentarios. Los investigadores pasaron muchas horas analizando todos estos datos.

En su estudio, los investigadores explicaron que el ADN de antiguos chicles tiene un enorme potencial no sólo para rastrear el origen y el movimiento de las personas hace mucho tiempo, sino también para proporcionar información sobre sus relaciones sociales, enfermedades y alimentación.

“Tuvimos que aplicar varias herramientas analíticas computacionales pesadas para identificar las diferentes especies y organismos. Todas las herramientas que necesitábamos no estaban listas para ser aplicadas al ADN antiguo; pero gran parte de nuestro tiempo lo dedicamos a ajustarlos para poder aplicarlos”, apuntó Andrés Aravena de la Universidad de Estambul y coautor del trabajo que publica la revista Scientific Reports.

Humano del Mesolítico, visto por la IAMidjourney/Sarah Romero

Un trabajo de detectives

Los tres trozos de brea de abedul masticada, que se utilizaba como adhesivo durante la Edad de Piedra, fueron descubiertos originalmente en la década de 1990 en un sitio llamado Huseby Klev. 

Para confirmar que los humanos habían masticado las muestras, los investigadores compararon las secuencias de ADN microbiano presentes en la resina con microbiomas salivales modernos y antiguos, descubriendo altos niveles de bacterias asociadas con la periodontitis, como Treponema denticola, Streptococcus anginosus y Slackia exigua.

Restos humanosBengt Nordquist

Además, aparte de resaltar la mala salud bucal de los escandinavos del Mesolítico, pudieron inferir las diferentes especies de plantas y animales que habían comido justo antes de que masticaran la resina. Estos incluían fuentes alimenticias como avellanas, manzanas, trucha marrón, ciervo y lapas. También se detectaron especies de aves como el ánade real, el pato copetudo y el petirrojo europeo, así como varios cánidos, incluidos el zorro rojo, el zorro ártico y el lobo.

La metagenómica del ADN antiguo es un área en expansión, pero hasta el momento sólo se han realizado unos pocos estudios sobre este tipo de material masticado. El actual descubre las preferencias culinarias de nuestros ancestros y destaca los desafíos a los que se enfrentaban las personas para mantener la salud bucal durante la Edad de Piedra (como este joven y su dolorosa periodontitis).

MetagenómicaMidjourney/Sarah Romero

La Edad de Piedra, caracterizada por el desarrollo y uso de herramientas de piedra, fue un período de importante avance evolutivo para Homo sapiens. Nuestros antepasados eran cazadores-recolectores y vivían en pequeños grupos nómadas. En estas sociedades, el papel de las mujeres era fundamental para la supervivencia del grupo, no sólo como portadoras de hijos sino también como recolectoras de alimentos vegetales, que probablemente constituían una gran parte de su dieta. En los últimos tiempos, los estudios también han apuntado el papel de la mujer como cazadora, al mismo nivel que el hombre. 

Referencias:

  • Emrah Kırdök, Natalija Kashuba, Hege Damlien, Mikael A. Manninen, Bengt Nordqvist, Anna Kjellström, Mattias Jakobsson, A. Michael Lindberg, Jan Storå, Per Persson, Björn Andersson, Andrés Aravena, Anders Götherström. Metagenomic analysis of Mesolithic chewed pitch reveals poor oral health among stone age individuals. Scientific Reports, 2024; 13 (1) DOI: 10.1038/s41598-023-48762-6
  • Irit Zohar et al, Evidence for the cooking of fish 780,000 years ago at Gesher Benot Ya’aqov, Israel, Nature Ecology & Evolution (2022). DOI: 10.1038/s41559-022-01910-z 
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