Una triste noticia se dio a conocer en las últimas horas, cuando finalmente la Panadería La Belgrano confirmó que bajará sus persianas para ponerle punto final a la historia de un comercio familiar por el que pasaron tres generaciones y desde sus inicios en 1964 se volvió un clásico de City Bell.
«Así no podíamos seguir», comenzó diciendo Daniel Montiel, dueño del local, en diálogo con 0221.com.ar, y reveló que las razones del cierre son adjudicadas a la profunda crisis que les toca afrontar a los pequeños empresarios. «Si querés llevar todo en regla como nosotros, se hace imposible cumplir y las deudas de impuestos nos empezaron a asfixiar», agregó el hombre quien junto a sus dos hijos, abría día a día el local ubicado en 472 y Camino Belgrano, en City Bell.
La decisión tomó por sorpresa a algunos clientes que habían transformado en una costumbre el comprar en esa panadería. Muchos eligieron para demostrar sus sensaciones las redes sociales, en donde la propia panadería también dio a conocer la noticia. «Después de analizar la situación varías veces, tomamos la decisión más triste que nos tocó en mucho tiempo, pero creemos que es la correcta para todos, la palabra cerrar nunca nos gustó, por eso creemos que es un hasta luego, ya que seguiremos en contacto de una u otra manera», así inicia la publicación que realizaron los dueños en la página de Facebook.
«Es muy duro para nosotros. Mis dos hijos que estaban llevando el negocio también deben buscar otro trabajo. No es fácil, pero preferimos esto antes de que la situación se agrave», explicó Daniel. Al mismo tiempo, remarcó: «No le veíamos futuro a esto y nosotros no somos los únicos. Hay colegas que están igual o peor, por suerte yo no pagaba alquiler», agregó Montiel, indicando que hoy en día es jubilado y los haberes no le alcanzaban tampoco para seguir poniendo plata de su bolsillo en el negocio.
Si bien antes de la pandemia, Panadería La Belgrano había estado al borde del cierre, la familia Montiel había decidido volver a invertir y sacar adelante el comercio que se convirtió en una referencia para habitantes de City Bell. «En ese momento entramos en convocatoria, pero siempre por deudas fiscales. Esta vez no nos daba para volver a pasar por lo mismo», contó Daniel, con una mezcla de nostalgia y angustia.
Por último, quien fuera dueño de la reconocida panadería, agradeció a todos los clientes y amigos que le hicieron llegar su afecto tras conocer la noticia, y hasta se ofrecieron a ayudarlo de diferentes maneras para evitar el cierre, algo que para este altura resultaba imposible de evitar. «Tenemos que seguir y mirar para adelante, aunque el panorama esté oscuro», concluyó diciendo Montiel.
