Actualmente se prevén unos 500 días para alcanzar la superficie del planeta rojo. Pero, ¿podríamos llegar a Marte en solo 45 días?

 

Un sistema basado en láser

Un equipo de ingenieros de la Universidad McGill, en Montreal, Canadá, afirman tener la respuesta, tras haber desarrollado un sistema de ‘propulsión térmica por láser’, donde los láseres se utilizarían para calentar combustible de hidrógeno. Así, los láseres se dispararían desde la Tierra para aportar energía a los sistemas fotovoltaicos de la nave espacial que generarían electricidad y le darían a la nave el empuje necesario para reducir el tiempo de viaje espacial.

Hasta ahora, las únicas propuestas que habían resuelto el problema de la gran distancia que nos separa de Marte hacían referencia al empleo de cohetes propulsados por fisión nuclear, que presentan, lógicamente, un mayor riesgo de radiación, entre otras cosas.

Si queremos llegar a Marte durante la próxima década necesitamos un salto importante en logística y tecnología, pues representa un gran salto en términos de exploración espacial. Con nuestra tecnología actual, ya hemos comentado que tardaríamos unos nueve meses en viajar desde la Tierra hasta Marte y eso contando con aprovechar el momento en el que ambos planetas se encuentran en los puntos más cercanos de sus órbitas (en oposición), algo que solo sucede cada 26 meses.

 

Acortando el viaje a 45 días

La investigación, dirigida por Emmanuel Duplay, Andrew Higgins y varios investigadores del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad McGill, se publica en la revista Acta Astronautica. Y, aunque nos suene aún un poco a ciencia ficción, algunos científicos creen que podría ser el futuro de los viajes espaciales.

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Higgins utiliza un método conocido como «energía dirigida», de tal modo que «dejamos la fuente de energía de vuelta» en este planeta y «enviamos energía a la nave espacial».

Todo gracias a una matriz de láser muy potente, que se construiría con un ancho de 10 metros y con un abanico de láseres más pequeños unidos para producir un láser gigante, con una potencia de 100 megavatios. El láser sería disparado desde la Tierra y, cuando llegase a la nave espacial, utilizaría su poder para calentar el propulsor de la nave espacial como una gigantesca caldera de vapor, explica el experto.

 

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