En las últimas horas se conoció que el futbolista de Boca Marcos Rojo fue víctima de un robo en su casa del country Miralagos, ubicada en el kilómetro 67 de la Ruta 2. Todo ocurrió cuando el joven de 31 años estaba en el Estadio de UNO viendo el amistoso de su equipo ante Colo Colo junto a su familia. Por el hecho fue aprehendida una mujer de 44 años.

Fuentes allegadas al caso indicaron que los investigadores no encontraron destrozos ni rotura en el alambrado del complejo donde vive el jugador surgido de Estudiantes de La Plata y detallaron que los delincuentes incluso habrían ingresado utilizando la contraseña de la alarma.

Las autoridades encontraron astillado un vidrio de un cajonero y el faltante de una mochila, un celular, relojes, joyas, dinero y un medallón con el escudo del Pincha. 

Fue el propio Rojo el que confirmó la noticia tras compartir en sus redes sociales la historia de un allegado suyo que denunció el hecho. «Lamentablemente, ayer mientras miraba junto a su familia el partido Boca vs. Colo Colo, el domicilio de Marcos Rojo y su familia fue robado. El lugar del hecho fue Miralagos Club de Campo. Sería lógico que las autoridades del mismo investiguen cómo puede suceder que en un espacio privado y con seguridad pasen este tipo de cosas», reza el mensaje que el deportista compartió en su cuenta de Instagram. El texto está acompañado con la captura de cuando la transmisión lo captó en los palcos del estadio albirrojo donde se llevó a cabo el encuentro y otra imagen del exclusivo complejo de Ruta 2. 

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De acuerdo con las primeras precisiones del caso, los asaltantes se habrían hecho con una importante suma de dinero y otros objetos de valor ocultos en una caja. Se trataba de una mochila Louis Vuitton con el escudo de la NBA, un iPhone, un medallón con el escudo de Estudiantes, relojes y bijouterie.

Fue la propia familia la que descubrió el hecho al notar que el vidrio del cajón de una cómoda estaba «astillado» y descubrieron así lo que había sucedido. Dado que la casa no estaba revuelta ni había destrozos o roturas en el alambrado perimetral del predio, los investigadores creen que los asaltantes utilizaron el código de la alarma para poder ingresar y apuntan contra personas cercanas a la familia.

La causa quedó en manos de la UFI 8, que ya dispuso la detención de la empleada doméstica que «había estado trabajando en el lugar de los faltantes», según denunciaron las víctimas del hecho.

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