El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández fue detenido en Tegucigalpa por la policía en coordinación con agencias estadounidenses.

El  expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández, a quien Estados Unidos busca extraditar tras acusarlo de traficar unas 500 toneladas de cocaína, debe presentarse este miércoles ante el juez local que resolverá sobre el reclamo estadounidense.

Detenido este martes en la puerta de su casa en Tegucigalpa por la policía en coordinación con agencias estadounidenses, incluida la agencia antidrogas DEA, Hernández no ofreció resistencia y dejó que le pusieran un chaleco antibalas y lo esposaran de pies y manos con cadenas.

El expresidente conservador, que dejó el poder a la izquierdista Xiomara Castro el 27 de enero tras gobernar Honduras ocho años, pasó la noche en un cuartel de las fuerzas especiales de la policía.

El portavoz de la Corte Suprema de Justicia, Melvin Duarte, explicó que un juez de ese tribunal analizará la información remitida por Estados Unidos para tomar una decisión sobre la extradición.

Precisó que en otros casos los procesos de extradición no han demorado más de cuatro meses.

Hernández, de 53 años, es acusado por el Gobierno estadounidense de traficar unas 500 toneladas de cocaína a través de Honduras, a sabiendas de que terminaría en Estados Unidos, indicó la Embajada estadounidense en Tegucigalpa en un comunicado.

Enfrenta tres cargos, entre ellos «conspiración para importar una sustancia controlada a los Estados Unidos».

También se le acusa de «usar o portar armas de fuego (…) ametralladoras y dispositivos destructivos». Un tercer cargo es por «conspiración para usar o portar armas de fuego (…) en apoyo a la conspiración de importación de narcóticos» a Estados Unidos.

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Hernández, está acusado de haber conspirado con su hermano Tony, un ex diputado que fue condenado a cadena perpetua por narcotráfico en Nueva York el año pasado. Al conocerse el pedido de extradición, decenas de personas llegaron con pancartas y banderas hondureñas hasta la casa de Hernández para celebrar, y se desataron festejos por todo el país.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, dijo la semana pasada que Hernández fue incluido en julio en un listado de personas señaladas de corrupción o de socavar la democracia en Centroamérica, y ordenó «restricciones de visa contra el expresidente (…) debido a actos corruptos».

Durante el juicio de Tony Hernández, fiscales estadounidenses aseguraron que el expresidente «ha recibido millones de dólares en coimas de narcotraficantes como el Chapo Guzmán, que personalmente entregó un millón de dólares» a Tony para sobornar a su hermano.

Hernández lo niega y asegura que Estados Unidos basa sus acusaciones en «declaraciones de narcotraficantes y asesinos confesos» que fueron extraditados por su Gobierno.

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