Autoridades educativas federales investigan si la escuela en la Ciudad de México donde estudiaba la niña Fátima cumplió con los protocolos establecidos que existen para la entrega de menores.
El pasado 11 de febrero, Fátima fue sustraída de la escuela primaria pública Enrique C. Rébsamen, ubicada en la colonia Santiago Tulyehualco, de la alcaldía Xochimilco, por una mujer por la que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ofrece 2 millones de pesos como recompensa.
Su madre llegó tarde por ella, pero la señora avisó en la escuela que iba retrasada. A la persona que recibió el recado no le pareció un retraso considerable, así que no avisó al personal de la puerta.
De acuerdo con la normativa vigente, los niños menores de edad solo pueden ser entregados a las personas acreditadas que cuenten con credencial de identificación proporcionada por la escuela.
En caso de que los padres o tutores de los menores se retrasen en recoger a sus hijos, el director del plantel está obligado por reglamento a entregar al niño o niña a una agencia de acuerdo con la Ley General de Educación luego de 20 minutos de retraso, dio a conocer el administrador educativo en la CDMX, Luis Humberto Fernández Fuentes.
“Se deberá respetar el horario de entrega de acuerdo con el horario del servicio educativo aun cuando no coincida con la constancia de trabajo del padre, madre o tutor y que de no presentarse al término de la jornada, y teniendo como tolerancia 20 minutos, se solicitará el apoyo para que el alumno sea trasladado por el director del plantel a la agencia correspondiente de acuerdo con la Ley General de Educación y de los niños y adolescentes”, dijo en conferencia de prensa.
En caso de que el estudiante regrese solo a su domicilio, dependiendo del nivel educativo, el menor tendrá que estar identificado, con credencial correspondiente y contar con un documento con la autorización expresa de la familia para ello, insistió Fernández Fuentes.
“Ya se inició una investigación administrativa sobre los hechos que dieron pie a este atroz homicidio, ver si se cumplieron los protocolos, que son obligatorios para todas las escuelas y son exigibles por parte de madres y padres de familia”, agregó.
“La obligación de los directivos y maestro es entregar al niño o la niña a alguien acreditado. En ningún momento se les deja afuera de la escuela. Hay un protocolo establecido para realizar estas acciones y este funciona de manera regular y obligatoria. El niño en ningún momento se puede quedar solo o desprotegido”, reiteró el funcionario.
Refirió que las facultades del órgano educativo a su cargo permiten una investigación administrativa para saber si se cumplieron o no los protocolos de entrega de menores, así como los posibles responsables de ello; en tanto que la indagatoria por el homicidio corresponde a la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México.
Sin ahondar en detalles, el titular de la dependencia reveló que las indagatorias “ya van muy avanzadas” y en breve se darán los informes correspondientes, a fin de sancionar a quien resulte responsable en lo que compete a materia administrativa.
“No juzgamos ni criminalizamos a ningún maestro. Primero se está investigando, a partir de los hechos será el Órgano Interno de Control el que determinará si hay alguna responsabilidad o no. Todos los involucrados están dando su versión de los hechos, incluido el director”, expresó.
La escuela Enrique C. Rébsamen, donde estudiaba Fátima, es de horario vespertino y las labores terminan a las 18:00 horas; las investigaciones están en curso para recopilar todas las declaraciones de los que estuvieron involucrados en los hechos.
Una vez terminada la carpeta de investigación administrativa, se le entregará a la Fiscalía de la capital para coadyuvar con su indagación.
