Llevar carga más allá de la atmósfera terrestre no es tarea fácil. Menos aún llevar humanos hasta allí. Si además pretendes llevarlos hasta las cercanías de la Luna y más tarde hacer que alunicen, la complejidad se dispara. Esta complejidad va de la mano de un mayor coste económico. Aunque los costes de llevar un kilogramo de carga al espacio han disminuido desde los inicios de la carrera espacial, hacia finales de los años 50 del siglo pasado, siguen rondando los pocos miles de dólares para los vehículos más económicos. Pero al espacio no necesitas llevar un kilogramo, sino varios miles de ellos, incluso cientos de miles. La reusabilidad de los cohetes, dominada por SpaceX desde que reutilizara un cohete por primera vez hace 7 años, ha facilitado esta reducción de costes. Estos y otros avances han permitido que a día de hoy, más de 50 años después de que el último astronauta abandonara la Luna en la misión Apollo 17, podamos plantearnos regresar a nuestro satélite.
Pero esta vez será muy diferente. Hay una estadística que poca gente recuerda cuando piensan en la hazaña que fue el programa Apollo, especialmente quienes cuestionan que realmente llegáramos a la Luna. Durante la década de los 60, especialmente los últimos años, el presupuesto de la NASA llegó a ser de casi el 5 % del presupuesto federal de todo Estados Unidos. Aquél gasto en parte se entendía como gasto militar, pues la carrera espacial sucedió en medio de la Guerra Fría. A día de hoy no estaría justificado gastarse un 5 % del presupuesto de la mayor economía del mundo en exploración espacial.
Desde hace ya un par de décadas este presupuesto está estancado en un 0’5 % de ese presupuesto federal. Por tanto el principal impedimento que ha habido para volver a la Luna desde principios de los 70 ha sido de presupuesto. Ahora queremos volver, gastando mucho menos. Una de las formas en que la NASA pretende ahorrar gastos es subcontratando partes del desarrollo a empresas privadas, con la esperanza de que ellas lo hagan de forma más eficiente y barata. Una de estas empresas es precisamente SpaceX, quien debe aportar su nave Starship para ser utilizada como módulo lunar, llevando a dos astronautas desde la órbita lunar hasta la superficie del satélite y devolviéndolos a la órbita al concluir la misión.
La pregunta pertinente llegados a este punto, especialmente tras el lanzamiento de la nave Starship del pasado 14 de marzo, sería ¿estará esta nave preparada para llevar humanos a la Luna en las fechas planeadas? En este tercer lanzamiento de la nave Starship, todo fue bastante mejor que en las dos ocasiones anteriores. No falló ningún motor durante el despegue. La separación de fases ocurrió sin contratiempos y la Starship alcanzó la trayectoria suborbital deseada. Sí hubo contratiempos, pues se perdió el contacto (y el control) del booster y de la propia Starship en el momento en que cada uno de ellos, por separado, se acercaba a la superficie. Por tanto aún quedan muchos avances que hacer hasta que Starship esté preparada para su papel en el programa Artemis.
El plan de la NASA era realizar la misión Artemis 3, la que en principio llevaría astronautas a la superficie lunar, a finales de 2025. Teniendo en cuenta que la misión anterior, la Artemis 2, ya va con retraso, es poco probable que esto se cumpla. La misión Artemis 2 debía despegar en diciembre de 2024 y llevar a varios astronautas a la órbita lunar para traerlos de vuelta sin alunizar. Esta misión, probablemente, acabe llevándose a cabo el próximo año, en 2025, por lo que su sucesora, la Artemis 3, se retrasará hasta al menos septiembre de 2026, según los informes más recientes.
De todas formas, todo apunta a que la propia Starship, una parte más de esta misión Artemis 3 de la NASA, tampoco estará preparada para esa fecha. Según la propia SpaceX, para llevar a cabo su rol en estas misiones, la nave Starship que conforme el Human Landing System (HLS, por sus siglas en inglés) requerirá de alrededor de 15 lanzamientos de naves Starship para disponer de combustible suficiente como para llegar a la Luna, bajar a superficie y volver a despegar. Pero este sistema de repostado en órbita aún no se ha probado, por lo que la empresa de Elon Musk deberá completar varios lanzamientos de la Starship para probar el sistema, al menos 5 más y después los 15 lanzamientos correspondientes para la misión Artemis 3. Actualmente Starship ha completado 3 lanzamientos, habiendo pasado 4 meses desde el anterior. Aunque este ritmo acelere, como sería de esperar, parece poco factible esperar que SpaceX haya completado, como mínimo, 20 lanzamientos exitosos de su nave Starship en menos de dos años. Ojalá nos sorprendan, pero a día de hoy todo apunta a que tendremos que esperar un poquito más para volver a ver a humanos caminar por la superficie lunar.
Referencias:
- Foust, Jeff (17 November 2023). «Starship lunar lander missions to require nearly 20 launches, NASA says». SpaceNews.
- Harwood, William (9 January 2024). «NASA delays first Artemis astronaut flight to late 2025, moon landing to 2026 – CBS News»