Este miércoles por la mañana se llevó a cabo la botadura de la Lancha de Instrucción de Cadetes de la Armada (LICA) «Ciudad de Berisso». El evento tuvo lugar en el Astillero Río Santiago (ARS) y es la segunda vez que se celebra esta ceremonia en menos de 6 meses.
Los trabajadores del ARS destacaron la reactivación de los trabajos de construcción de esta embarcación y la LICA «Ciudad de Ensenada», que llegó al agua en octubre del año pasado porque los trabajos fueron paralizados durante el gobierno de Mauricio Macri y reactivados con la llegada de Axel Kicillof en la Provincia.
El acto central estuvo encabezado por el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el ministro de Defensa de la Nación, Jorge Taiana; el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia de Buenos Aires, Augusto Costa; el jefe del Estado Mayor de la Armada, Julio Horacio Guardia; y Pedro Wasiejko, presidente del ARS. También se hicieron presentes los intendentes de Berisso y Ensenada, Fabián Cagliardi y Mario Secco, respectivamente; funcionarios nacionales y provinciales, integrantes de la Armada y Prefectura Naval y trabajadores.
Durante la semana, Diego Seimandi, secretario de acción política de la seccional ensenadense de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y trabajador del Astillero, explicó que «es una doble satisfacción»: «Primero por la lucha que llevamos adelante durante el gobierno de Macri y (María Eugenia) Vidal y porque una botadura siempre es una fiesta. Estamos poniendo el astillero a producir».
«Es una de las obras paralizadas por el gobierno de Vidal. En octubre del año pasado tiramos el gemelo, el Ciudad de Ensenada, otra lancha militar. Son trabajos para la Armada. Se juntarán los trabajadores, las familias, cuando el buque toque agua. Invitamos a toda la comunidad y los medios de comunicación amigos, que nos han ayudado en esa lucha cuando pedíamos los insumos básicos para seguir produciendo y trabajar», agregó el referente gremial.
En esa línea, expresó que se está «reivindicando todo el desprestigio que sufrió el Astillero en el gobierno de Vidal y de los grandes medios hegemónicos de comunicación, que descalificaban a los trabajadores». «En menos de 6 meses, cuando cambió el gobierno, tiramos dos barcos al agua», cerró en diálogo con Radio Universidad.
