Uno de ellos funcionaba como vivienda, para que se hospedaran allí los trabajadores que desempeñaban sus funciones en el ferrocarril, mientras que el otro cumplía funciones de carga de mercadería y alimentos, especialmente vegetales.
“Junto al personal municipal los empezamos a recuperar desde mayo del año pasado, rescatando maderas en buenas condiciones y ya acomodamos los pisos, techos y colocamos las chapas correspondientes.
También iniciamos la puesta en valor del exterior, con maderas originales de la época y otras actuales”, expresó Pablo Nápoli, subsecretario de Derechos Humanos e Identidad.
Las dos unidades permanecían inmóviles desde hace más de 40 años pero, a pesar de eso, el rodamiento funcionó a la perfección.
El objetivo principal de esta iniciativa es continuar con la recuperación del patrimonio municipal, extender un sector del museo ferroviario en uno de los vagones y que el otro se utilice para la creación del Archivo Ferroviario, compuesto por documentación, fotografías, libros, revistas para su consulta por investigadores.