Un equipo de científicos de la Universidad de Cardiff en Gales, la Universidad de Toulouse y la Universidad de Poitiers ha puesto en tela de juicio la antigua creencia de que las formas de vida complejas surgieron por primera vez en la Tierra hace 635 millones de años (en el periodo Ediacárico), exponiendo que esta cifra hay que retrasarla mucho más en el tiempo: 1.500 millones de años antes de lo que se creía anteriormente. Los expertos han presentado sus hallazgos un estudio publicado en la revista Precambrian Research.
¿Cuándo aparecieron los primeros organismos complejos?
La creencia hasta ahora
El período ediacárico se produjo después del período criogénico, una época marcada por tremendas eras de hielo que envolvieron al planeta en glaciares. A medida que la Tierra se descongelaba gradualmente, permitió un escenario más hospitalario para nuevos nichos ecológicos, lo que allanó el camino para que la vida floreciera de maneras que no lo había hecho antes. Los océanos del Ediacárico estaban repletos de oportunidades, con abundantes nutrientes y entornos relativamente estables, idóneos para la colonización de formas de vida complejas. Los organismos del Ediacárico eran principalmente de cuerpo blando, y presentaban una gran variedad de formas, incluidas estructuras en forma de disco, fronda y tubulares (Dickinsonia, por ejemplo, es uno de los organismos más emblemáticos de esta época de la vida en la Tierra). Estas formas de vida fueron los primeros organismos multicelulares complejos conocidos, anteriores a los animales de caparazón duro más conocidos del Cámbrico. O eso pensábamos hasta ahora.
¿Qué han descubierto los científicos?
Los investigadores han encontrado evidencia de un ecosistema mucho más antiguo que hace 635 millones de años en la cuenca de Franceville, cerca de Gabón, en la costa atlántica de África central: hace más de 1.500 millones de años. El equipo dice que descubrió pruebas en las profundidades de las rocas que muestran las condiciones ambientales para la vida animal hace 2.100 millones de años. Sin embargo, estos organismos estaban restringidos a un mar interior, por lo que no se extendieron globalmente y finalmente se extinguieron. Lo que sugiere, según los autores del estudio, que podría haberse dado una evolución «en dos pasos» hacia la vida compleja en la Tierra.
La investigación se suma a un debate en curso sobre si las formaciones hasta ahora inexplicadas encontradas en Franceville, Gabón, son en realidad fósiles o no.
«Se cree que la disponibilidad de fósforo en el medio ambiente es un componente clave en la evolución de la vida en la Tierra, especialmente en la transición de organismos unicelulares simples a organismos complejos como animales y plantas», explicó Ernest Chi Fru, autor principal del estudio de la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Cardiff. “Ya sabemos que los aumentos en las concentraciones de fósforo marino y oxígeno en el agua de mar están vinculados a un episodio de evolución biológica hace unos 635 millones de años. Nuestro estudio agrega otro episodio mucho más temprano al registro, hace 2.100 millones de años”, continúa el experto.
La vida no logró difundirse por entonces.
La evidencia
Su estudio geoquímico de las rocas sedimentarias marinas, depositadas hace 2.100 millones de años, ofrece una nueva perspectiva sobre este conjunto de fósiles notablemente grandes y ampliamente debatido en la cuenca de Francevillian.
Según los expertos, se produjo un episodio único de actividad volcánica submarina, tras la colisión de dos continentes en el marco de una joven Tierra. La colisión cortó una sección de agua de los océanos, creando un «mar interior marino poco profundo rico en nutrientes». El acontecimiento generó un «laboratorio» abundante en nutrientes, perfecto para los iniciales «experimentos naturales» en la evolución biológica compleja.
Los expertos encontraron evidencia en rocas sedimentarias marinas cerca de Gabón en África Central.
Los cratones estudiados del Precámbrico eran bloques arcaicos estables que en su día formaban parte de una única masa terrestre en África central y el este de Brasil. “Creemos que los volcanes submarinos, que siguieron a la colisión y la unión de los cratones del Congo y del São Francisco en un solo cuerpo principal, restringieron aún más e incluso aislaron esta sección de agua del océano global para crear un mar interior marino poco profundo y rico en nutrientes”, afirmó Fru.
Según el experto, este suceso habría aportado la suficiente energía para posibilitar un incremento en el tamaño del cuerpo y un comportamiento más complejo observado en formas de vida primitivas simples similares a las de los fósiles de este período. Estas formas de vida complejas, sin embargo, no se extendieron globalmente desde la «naturaleza restringida» de la región submarina y finalmente se extinguieron, según la investigación.
El hallazgo de macrofósiles lobulados indica que la vida compleja se habría iniciado en ese primitivo ecosistema marino hace 2.100 millones de años. Hay algunas reservas en la comunidad científica acerca de esta afirmación, por lo que serán necesarias más pruebas y estudios para ver si las condiciones planteadas podrían haber llevado a la diversificación y formación de vida compleja.
Las ideas son una gran desviación del pensamiento convencional y no todos los científicos están de acuerdo.
Referencias:
- Ernest Chi Fru et al. 2024. Hydrothermal seawater eutrophication triggered local macrobiological experimentation in the 2100 Ma Paleoproterozoic Francevillian sub-basin. Precambrian Research 409: 107453; doi: 10.1016/j.precamres.2024.107453