La muerte de Isabella Marino, una joven estudiante de veterinaria que había llegado días atrás a La Plata para empezar a formarse en la UNLP, todavía sacude a la región y ahora una testigo del hecho reveló detalles sobre cómo sucedió todo. «Fue un saltito, no midió las consecuencias», le dijo Viviana a 0221.com.ar. La mujer lo vio todo y relató paso a paso cómo es que la tragedia se desencadenó.

«La chica subió en la parada que está sobre 122, a la altura de la rotonda de 60», comenzó relatando la testigo del grave accidente. Para entonces nadie sospechaba lo que estaba a punto de suceder. «Algo habló con el chofer. Aparentemente se equivocó en el sentido en el que tenía que tomarlo, así que se acercó a la puerta y ésta se abrió mal, se cerró y se volvió a abrir», siguió la mujer y agregó: «En eso ella salta del micro en movimiento. Fue un saltito, no midió las consecuencias».

La unidad de la línea 214 circulaba por 60 entre 122 y 123 cuando la joven de apenas 18 años se arrojó y cayó al asalto golpeándose contra el cordón de la acera y causándose serias heridas. Atónitos, tanto el chofer como los pasajeros intentaron asistirla y dieron aviso a las autoridades, por lo que una ambulancia del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) llegó poco después y la trasladó al hospital Larrain de Berisso, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvarla, su cuadro era irreversible y fue declarada con «muerte cerebral».

«Yo iba sentada, del lado del pasillo en los asientos que están delante de la puerta central, así que no vi la manera en que cayó pero otros pasajeros contaron que golpeó con la cabeza contra el cordón», agregó Viviana y sostuvo que al bajar de la unidad fue una de las tantas testigos que tomó su celular para dar aviso al 911 y pedir ayuda urgente. La asistencia no tardó en llegar, pero Isabella se encontraba inconsciente y gravemente herida.

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La mujer le explicó a este medio que la situación generó una fuerte angustia entre todos los testigos, pero fundamentalmente afectó al conductor del interno: «Estaba bastante angustiado. Lo primero que se dijo fue ‘se cayó’ así que es inmediato pensar que fue culpa de él, pero no fue así. Lamentablemente en este caso fue una inconsciencia que terminó mal», destacó.

LA TRAGEDIA

El dramático suceso ocurrió durante el mediodía del último lunes, pero trascendió dos días después. Isabella tomó un micro y minutos antes de las 13.30 se arrojó de él, tras descubrir que se había confundido de unidad y el sentido en el que circulaba no era el que ella tenía.

Fuentes policiales confirmaron que la joven se arrojó de la unidad poco antes de llegar al cruce de 60 y 123. El colectivo aún estaba en movimiento y al tocar el asfalto cayó sobre él y se golpeó gravemente.

A pesar de la urgencia con la que fue atendida, los médicos del hospital de Berisso nada pudieron hacer para salvarla y fueron los propios padres de la joven quienes tomaron la decisión de donar sus órganos, cuyo destino no trascendió.

Las muestras de afecto y dolor no se hicieron esperar y las redes se inundaron de mensajes despidiendo la víctima y manifestando todo su acompañamiento a los familiares y amigos más cercanos de la joven que había llegado a la región pocos días antes, para iniciar el curso de ingreso en la Facultad de Veterinaria.

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